El pleno de investidura que se celebró ayer en Miño poco o nada tuvo que ver con el de hace cuatro años, cuando los votos del PP hicieron alcalde al único concejal de CxG para arrebatarle la Alcaldía a la fuerza más votada, el PSOE, que por primera vez desde la reinstauración de la democracia lograba más apoyos que el PP, aunque quedaba empatado en ediles. Aquella sesión terminó como el rosario de la aurora y obligó a intervenir a la Guardia Civil ante la indignación que se desató entre el público.

Esta vez no hubo sorpresas. Las urnas hablaron con contundencia y otorgaron al PSOE una arrolladora mayoría de nueve concejales frente a los cuatro del PP. Manuel V. Faraldo fue investido alcalde en un pleno abarrotado. El salón se quedó pequeño y muchos vecinos aguardaron en la calle, frente al Consistorio, para dar la bienvenida al nuevo alcalde. En algunos bares de la zona retransmitieron la sesión, que el PSOE difundía en directo desde su página web.

La alegría desbordó el pleno en el momento que Faraldo empuñó el bastón de mando con el voto favorable de sus ediles (el PP se votó a sí mismo). Los simpatizantes y vecinos que abarrotaban la sesión estallaron en aplausos ante un recién investido alcalde que a duras penas contenía la emoción al alzarse con esa vara a la que aspiraba desde hacía muchos años.

"Soy consciente de que no todos los que me apoyaron tienen convicciones socialistas, pero mi compromiso es firme: seré el alcalde todos", prometió Faraldo, que se comprometió a abrir mano a mano con los vecinos "una etapa de ilusión, de esperanza y una ventana al futuro". "Hay mucho que hacer, somos conscientes de las limitaciones que recibimos en todos los ámbitos, en especial en lo económico", incidió en alusión a la desorbitada deuda de Fadesa.

Faraldo apeló al potencial de Miño, "un lugar hermoso con una situación geográfica privilegiada" y tomó prestadas unas palabras de la investidura de Tierno Galván. "El camino que viene por delante es difícil pero no imposible. Hay poco dinero, muchas deudas y escasas atribuciones, pero mi confianza es absoluta".