El candidato de Unión por Cambre, Óscar García Patiño, reeditó ayer la Alcaldía cambresa por ser la lista más votada con una llamada a la "colaboración" y la "unidad" ante "circunstancias difíciles". La formación obtuvo solo los ocho votos de sus concejales, que no resultaban suficientes para la mayoría absoluta que requiere la investidura por votación, que en Cambre precisa de once ediles. Además de Patiño, se postularon también como alcaldables los candidatos del PP y de Alternativa dos Veciños, Juan María Ábalo y Raúl Varela, respectivamente. Ambos obtuvieron solo el apoyo de los ediles de su grupo, tres el popular y dos el líder del partido de la margarita.

Con la mesa de edad presidida por la popular María Jesús González Roel e integrada también por el nacionalista Brais Cubeiro, los concejales tomaron posesión de sus actas ante un salón de plenos abarrotado. Como anécdota, Cubeiro tuvo que repetir su promesa del acta de concejal tras haber utilizado una fórmula no válida, por lo que la secretaria municipal le indicó que debía incluir: "por imperativo legal". Destacaron entre los asistentes al acto los exalcaldes Antonio Varela (PSOE), padre del cabeza de lista de Alternativa, y Manuel Rivas, exmiembro del PP que abandonó el partido al abrirse juicio oral por el Brincadeira, caso por el que es investigado.

Tras ser reelegido alcalde, García Patiño pronunció un discurso de investidura que inició con "una mezcla de sentimientos y sensaciones de gratitud, satisfacción y de una enorme responsabilidad" y un recuerdo a sus inicios como regidor. "Hace cuatro años inicié el mandato diciendo que era el hijo de Clotilde a ferradora y puedo decir con entusiasmo, cuatro años después, que sigo siendo la misma persona, aquel vecino que fundó un partido independiente, junto a otros vecinos, con un único objetivo: cambiar la vieja política y mejorar el bienestar de mi pueblo y de su gente, sabiendo que por encima de todo está Cambre, los cambreses y las cambresas", afirmó.

Citó la transparencia, la participación, el diálogo permanente y la proximidad como los cuatro "pilares" que marcarán su gobierno. Se mostró "convencido" de la "importancia de que existan consensos básicos, así como el debate político asentado en la lealtad y en los acuerdos". Citó a Tierno Galván para defender que "el triunfo político es la suma del sentido común y la capacidad de liderazgo" y que debe apoyarse en "el mayor de los consensos". Prometió "escuchar y dialogar" y "anteponer siempre el bienestar de los ciudadanos a las discrepancias ideológicas" y vio "imprescindible" la "colaboración leal y constructiva" de los grupos: "Aquí, públicamente, se la solicito, pues circunstancias sin duda difíciles hacen que como nunca antes la unidad en torno al bien común marque esta nueva legislatura por encima de cualquier interés partidista".