El Concello de Betanzos autorizó hace ahora un año, la construcción de una gasolinera de Ozagas Galicia (empresa de la familia del alcalde de Oza-Cesuras) en la avenida Fraga Iribarne en el barrio de A Condesa, dentro de la zona de protección de O Pasatempo marcada provisionalmente por la Xunta. El BNG denunció que el Ayuntamiento permitiese esta instalación y este destacó que contaba con todos los informes favorables. Sin embargo Betanzos Novo llevó una iniciativa al pleno, que fue apoyada por todos los grupos excepto del PP, y con la que se acoró modificar las normas de planeamiento actuales para impedir la construcción de estaciones de servicio en zonas residenciales. El Ejecutivo brigantino acaba de iniciar la tramitación para acatar este acuerdo plenario, la presentación del proyecto para su tramitación ambiental en la Xunta.

El objetivo de esta modificación puntual de las normas urbanísticas que promueve el Concello brigantino es impedir que se instalen nuevas gasolineras en suelo urbano residencial de baja densidad, en suelo urbano de entidades de población en medio rural y en suelo no urbanizable de núcleo rural. Es decir, que no se podrán instalar más gasolineras en ningún núcleo aunque apenas tenga casas.

Con la nueva redacción de las ordenanzas, la prohibición de instalar estas estaciones de carburante se extenderían a todas las áreas de uso residencial, sean o no densas, del municipio.

El Ejecutivo municipal, en un documento muy breve, subraya que esta modificación de los usos autorizados supondría un "efecto positivo sobre el medio urbano o rural" al impedir instalaciones "potencialmente peligrosas en contacto con usos residenciales mayoritarios".

Ozagás preveía abrir una estación de servicio con autolavado y tienda frente a la zona de los grandes hipermercados. En el casco urbano ya existen otras tres; la de Cepsa en Jesús García Naveira, la de Repsol en la avenida de Castilla y algo más lejos, Galp en Caraña.