El símbolo del Arteixo industrial ha pasado a mejor vida. La chimenea de la central térmica de Sabón, que medía 200 metros de altura y que se construyó a mediados de la década de 1970, ya ha perdido más de la mitad de su estructura. Naturgy, antigua Gas Natural Fenosa, empezó en 2017 su desmantelamiento. Son unos trabajos lentos, ya que el derribo se realiza en diferentes fases y requiere de importantes medidas de seguridad.

La chimenea era lo primero que veían los conductores que llegaban al municipio por la Autovía del Noroeste, la A-6, que comunica Arteixo con Madrid. Ahora ya no es visible. Más de la mitad de la chimenea ya no está. Poco a poco, la estructura se acerca a su completa desaparición tras más de 40 años.

La empresa desmantela la chimenea porque no tiene uso desde el año 2008. La central dispone de un nuevo ciclo combinado que funciona con gas natural, con lo que dejó de utilizar el fuel como combustible. La chimenea se quedó sin función. La compañía solicitó en 2010 el cierre de los dos grupos de fuel de la central, que tenían más de 40 años de antigüedad. La directora de la central de Sabón, Irma González, explicaba en el inicio de los trabajo que "no tiene sentido mantener recursos en una instalación que está fuera de uso" y que es "un gasto".

La propietaria de la planta inició en diciembre de 2015 el desmantelamiento de los elementos que formaban parte del ciclo del fuel. Eliminó los transformadores, vació los tanques que almacenaban el fuel y desmontó el oleoducto. La empresa que realiza los trabajos ya había desmontado la chimenea de 70 metros que había al lado de la grande. El coste de todas estas obras asciende a doce millones de euros, según afirmó la directora de la instalación.

En la parte más alta de la chimenea los operarios realizaron los trabajos con martillos picadores y cizallas. A continuación procedieron al corte de trozos de la estructura en forma de rodajas con hilo diamantado. Esta operación, que es muy lenta, se tuvo que repetir en varias ocasiones. Las piezas cortadas se bajarán con una grúa de gran tonelaje. En la parte más baja la demolición el derribo se realizará de forma mecánica, lo que permitirá agilizar los trabajos.

En la operación para desmontar la chimenea de 200 metros y el resto de elementos de la central que funcionaban con fuel trabajan unos 60 operarios aproximadamente. Naturgy explicaba al inicio de los trabajos que su previsión era que la chimenea estuviese demolida en marzo de 2018, aunque los plazos no se han cumplido.

El desmantelamiento de la chimenea se produjo varios meses después de lo previsto. Gas Natural Fenosa obtuvo la licencia del Concello de Arteixo en enero de 2015 y después licitó los trabajos, que ganó la empresa Detecsa. Esta compañía entró en concurso de acreedores y Gas Natural optó por la empresa que quedó en segundo lugar en la licitación, Afesa Medio Ambiente.