" Balbina, el último patexeiro de Sada, va a morir el Lorbé". Es el lúgubre presentimiento de una de las integrantes de la Asociación Cultural Mariñeira Os Patexeiros, un colectivo que lucha desde hace diez años por recuperar la carpintería de ribera y la memoria marinera de la villa y que denuncia que se ven abocados a dejar Sada definitivamente por "la ausencia de unos acceso digno al mar".
Los problemas comenzaron hace más de un año, cuando Portos de Galicia instaló una verja alegando motivos de seguridad y restringió el acceso a la rampa que durante años había sido de uso exclusivo de la escuela de vela y que la asociación utilizaba para fondear sus embarcaciones. Desde entonces, Os Patexeiros pudieron seguir accediendo al mar gracias a la colaboración del Club Náutico Recreativo, que les cedió un espacio en sus instalaciones.
Esta moratoria llegó ayer a su fin. El Club Náutico Recreativo de Sada se ha visto obligado a abandonar sus instalaciones en el puerto deportivo tras vencer la última prórroga otorgada por la concesionaria. Esta escuela de vela, que ya vio cómo el fuego destruía su sede en 2015, negocia ahora una solución con Portos y el Concello. De forma provisional, ha logrado la cesión, previo pago, de dos pequeñas parcelas que suman menos espacio del que tenían y se ven obligados además a salir por una rampa en la que es obligatorio el uso de motor, lo que complica su actividad.
Si la situación de esta escuela de vela es complicada, la de Os Patexeiros es crítica. La presidenta de la asociación, Celestina Espiño, se mostraba ayer pesimista y acusaba a Portos de Galicia de "expulsar" a las embarcaciones tradicionales del puerto y "favorecer únicamente lo que da dinero". "Da mucha rabia que las instituciones se llenen la boca diciendo que hay que conservar el patrimonio y después te nieguen el mínimo apoyo", critica.
El colectivo cuestiona los motivos de seguridad en los que se ampara Portos y argumenta que la verja podría haberse instalado sin cerrar el acceso a una rampa que era de uso exclusivo para embarcaciones de vela. Lamenta que el ente público se niegue a facilitarles una llave y que condicione su entrada a la presencia de la policía portuaria. "No pedimos que nos den nada, solo que no nos quiten el acceso al mar", sostiene la presidenta, que afirma que las soluciones que ofrece Portos son inviables y les obligan a dejar Sada.
Os Patexeiros son una asociación sin ánimo de lucro que desde hace diez años intenta recuperar el patrimonio marinero. En diez años, han logrado formar una flota de quince embarcaciones y ahora porfían por mantenerla a flote. Su buque insignia, su ojito derecho, es Balbina, una embarcación dedicada a la captura del patexo, única en su tipología que fue rescatada cuando estaba a punto de ser desguazada y que se ha convertido en un símbolo del pasado marinero de Sada. "No hay ningún marinero en Sada que desconozca de quien se habla cuando se le pregunta por Balbina", resumen con orgullo desde la asociación. Esta joya está fondeada en Lorbé desde hace años por la negativa de la Administración a ceder un pantalán en desuso para crear un museo al aire libre, critican Os Patexeiros, que temen que su patrimonio se vaya a pique por falta de ayudas.
Sus integrantes recuerdan que son un colectivo sin ánimo de lucro que ha logrado costear a duras penas las reparaciones y relatan que llegaron a ofrecer a la Administración la cesión de Balbina para garantizar su futuro. No hubo respuesta y la asociación teme que el exilio de Balbina sea definitivo.
