El alcalde de Cerceda, José García Liñares, ha vuelto a convocar un pleno en el que se tratará otra vez su inhabilitación. E insiste en que las sesiones se celebren al amanecer, a las ocho de la mañana. Tras la sentencia que lo inhabilita a ejercer cargo público durante ocho años por un delito de prevaricación administrativa en la contratación de unas obras en el botánico de O Acevedo, el regidor, que se aferra al cargo, se ha visto forzado por la oposición a marcar una nueva sesión, que se celebrará el próximo lunes.

En la sesión, la corporación tomará conocimiento del fallo, dictado en julio por el juzgado de Penal 1, y solicita a la Junta Electoral Central que expida la credencial a la siguiente persona de la lista de la formación electoral del alcalde, es decir, el PSOE. La cuestión es que los grupos ya lo hicieron antes, el 23 de agosto, con los propios votos de los socialistas, incluido el regidor, para que después este presentara un recurso contra el propio acuerdo. Esta iniciativa judicial de contencioso-administrativo también pasará por la sesión del lunes, y también como toma de conocimiento, lo que significa que los grupos no tendrán que votarla.

Además de estos asuntos, el orden del día contiene otros dos. Uno es la aprobación del acta del pleno del 23 de agosto y, el otro, es el visto bueno, a votar por las formaciones, de la propuesta del alcalde de declarar "improcedente" el debate sobre su inhabilitación. García Liñares pretende anular el asunto porque supone "volver a debatir o reconsiderar asuntos ya debatidos por el pleno municipal".

El grupo municipal del PP „cuyos cinco concejales junto a uno nacionalista impulsaron la convocatoria del pleno„ denunció ayer que la Ley de Bases de Régimen Local no permite incluir en el orden del día otros asuntos "si no es autorizado por los solicitantes". Los populares apuntan que no han dado permiso y que la negativa a hacerlo será comunicada al alcalde "lo más pronto posible". En la notificación del pleno del regidor, el secretario municipal hace constar que este se acoge al reglamento de funcionamiento de entidades locales para justificar que García Liñares "por razones de urgencia debidamente motivada" podría introducir asuntos en el orden del día, aunque la normativa también añade que "no podrá adoptarse ningún acuerdo sin que el pleno ratifique su inclusión" en el mismo.

Plenos en verano

El del lunes será el tercer pleno que presida García sobre las ocho de la mañana y con la sentencia que lo inhabilita ya emitida por el juez. En el primero, el pasado 19 de agosto, el regidor llevó la solicitud de un préstamo bancario de 2,6 millones Los concejales de la oposición aprovecharon su turno de palabra para exigir al alcalde que dejara el cargo, "aunque el fallo no sea firme", pero él mismo defendió que esta condición le permitía continuar como tal.

La siguiente sesión, tan solo cuatro días después, sí que trató la inhabilitación de forma directa y lo hizo para que García Liñares dejara clara su estrategia para aferrarse al sillón de alcalde. Con su voto y el de sus compañeros de Gobierno local socialista se aprobó una propuesta en la que reconocía que no podía continuar en la Alcaldía y concedía un plazo de diez días hábiles para presentar por escrito su renuncia. Pero, tras la votación, el alcalde ya adelantaba que llevaría este acuerdo plenario a los tribunales por lo que se paralizaría cautelarmente el mismo, permitiéndole mantenerse como regidor de Cerceda.

Un informe del exministro socialista de Justicia, Francisco Caamaño, y del abogado Carlos Seoane diseñó la hoja de ruta que sigue el cercedense. A principios de septiembre, cumplió lo que había prometido y llevó al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) el acuerdo. A la vez, también presentó un recurso contra su condena a la Audiencia Provincial. El documento justifica que Liñares solo debe abandonar el Concello si la sentencia penal "deviene en firme y definitiva".

La sentencia que ya condenaba en enero al alcalde y que después fue anulada por la Audiencia Provincial también fue motivo de conflicto en el salón de plenos. La oposición solicitó una sesión que finalmente convocó el secretario municipal y en el que se dio cuenta del fallo. Después se repitió el juicio, tal como ordenaba la Audiencia, y el resultado volvió a ser el mismo, la inhabilitación de ocho años por prevaricación administrativa. El siguiente capítulo en la historia se verá el lunes, en otro pleno al amanecer.