La auditoría de las depuradoras de titularidad municipal encargada por la Xunta revela que la de Betanzos cumple con las directivas europeas y su explotación es "buena" aunque suspende en la "conservación y mantenimiento" de la infraestructura, además de tener serios problemas debido a dos factores: la entrada de agua de mar por la ría y los vertidos industriales, básicamente el matadero de Montellos.

La planta de tratamiento de las aguas residuales de Betanzos presenta problemas en su estructura debido al asentamiento del terreno, pero sobre todo está perjudicada por la entrada de agua de mar en la red de colectores cuando se producen mareas altas. Cuando superan una determinada cota abarrotan el sistema, que deja de llevar residuales a la planta para no sobrecargarla.

Este hecho, según constataron los expertos que analizaron la depuradora, hace que esta planta reciba cada mes un 30% menos del caudal que puede tratar, sea verano o invierno.

El segundo problema más destacable que tiene esta infraestructura de tratamiento es la llegada de "vertidos del matadero con altas concentraciones de grasas, materia orgánica y nitrógeno que dificultan el proceso de depuración". Esta planta, que a pesar de instalar sistemas contra los malos olores aún hoy en día es inevitable apreciar el hedor en las cercanías, fue expedientada por la Xunta en 2004 por verter residuos orgánicos al río Mandeo y por no contar con autorización administrativa.

El Gobierno gallego en 2008 le otorgó autorización ambiental integrada aunque exigiéndole varias mejoras técnicas, más controles y mediciones. El matadero tiene sistema de depuración de residuales industriales, fecales y pluviales, que tras ser tratadas se vierten al río Callou.

Mejoras en desinfección

El análisis de la planta también reveló que la instalación de deshidratación de lodos tienen deficiencias debido a su gran antigüedad, por lo que registra "averías frecuentes", que provocan la interrupción de la extracción y retirada de estos fangos del sistema.

Esta auditoría destaca que recientemente se instaló un sistema de recirculación en el equipo ultravioleta para reducir el excesivo número de encendidos de las lámparas de desinfección, con buenos resultados.