Residentes en Bergondo han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para reclamar al Concello que modifique la ordenanza de saneamiento "para que todos los vecinos paguen lo mismo por engancharse al servicio". Uno de los promotores de la iniciativa, Francisco Barreiro, denuncia que la normativa hace que en la práctica "haya vecinos de primera, segunda y tercera" ya que obliga a los residentes a hacer frente a una serie de gastos en función de la distancia entre su domicilio y la arqueta de registro.

"Si no hay pocete en el camino lo tenemos que pagar nosotros y no estamos de acuerdo, se trata de una obra pública y ya nos van a cobrar por ese servicio", argumentaba ayer Barreiro a consulta de este medio. Este afectado afirman que se han dado casos en "que una casa pagó 450 euros y la de al lado tiene que pagar 900" por conectarse a la red de saneamiento.

La crítica no es nueva. El BNG ya presentó una moción a pleno en septiembre para exigir la modificación de la tasa. Su portavoz, David Carro, expresó ayer su respaldo a la petición vecinal ante una normativa que considera injusta dado que, argumenta, "la mayoría de las casas ya estaban construidas cuando se instaló la red de sumideros". "Es de justicia que todos y todas paguemos los mismo por el mismo servicio, salvo excepciones de emergencia sociales o bonificaciones en función de la renta, sobre todo tratándose de un servicio básico", defendió el edil.

El Gobierno local replicó ayer que la ordenanza no había recibido alegaciones en su momento y recalcó "no se paga más por lo mismo" sino que las diferencias responden a la disparidad de instalaciones. El Ejecutivo se abrió con todo a "estudiar este asunto en posteriores modificaciones".