Miño vuelve a sacar músculo en la revisión del padrón que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística. Este municipio de la comarca betanceira, conocido especialmente como lugar de veraneo, incrementa de nuevo su población y ha ganado 144 censados en 2019. Este concello costero es, además, el que más población ha ganado en la última década, al incrementar su padrón un 12,9% y alcanzar los 6.200 habitantes.

Su buena ubicación entre las comarcas de Ferrol y Betanzos y el precio asequible de la vivienda son dos de los motivos que explican su crecimiento. Costa Miño Golf representa un buen ejemplo. Esta macrourbanización, paradigma de la fiebre del ladrillo, gana vida gracias a la llegada de familias jóvenes atraídas por las ofertas a la baja de adosados y pisos.

El otro municipio de la comarca betanceira que más población ha ganado en la última década es Coirós, que ha logrado revertir la tendencia recesiva de los concellos rurales del entorno y aumentar un 6,4% su población entre 2009 y 2019: de 1.713 a 1.824 vecinos. Su cercanía con Betanzos, su conexión con la autopista y el precio asequible de la vivienda son algunos de los motivos que explican su crecimiento. El Concello apunta además las políticas que puso en marcha hace años para fijar y atraer población con ayudas para incentivas la natalidad.

Aunque no pertenece a la comarca betanceira, Sada es otro de los concellos del área de influencia con mejores registros en la última década. El municipio sadense vio incrementado su padrón un 9,3% en los últimos diez años.

En el polo opuesto se encuentran los pequeños concellos del rural de Betanzos.Vilasantar y Aranga son los dos concellos de la comarca betanceira que más población perdieron en la última década. Los dos municipios rurales perdieron en los últimos diez años el 14,3% y el 13,7% del padrón, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

Vilasantar es el municipio con menos población del área. Tiene 1213 habitantes y una tasa de envejecimiento que triplica la gallega (488 vecinos de más de 65 años por cada cien jóvenes mejores de 15). El índice de envejecimiento es todavía mayor en Aranga, con 510 mayores por cada cien jóvenes, y que ha franqueó hace unos años el umbral de los dos mil habitantes. Ahora son 1.849 vecinos. Curtis ha revertido la tendencia negativa de los últimos años e incrementar su padrón en 2019.