Las personas que pasaron ayer por las proximidades del embalse de O Rexedoiro, en el polígono de Sabón, se encontraron una estampa muy poco usual, ya que el nivel del agua era muy bajo, lo que llamó la atención. El motivo de esta situación se debe a que el Concello de Arteixo realiza unas reparaciones en las compuertas, lo que requirió que el agua embalsada descendiese para poder trabajar, según informó el Gobierno local. Es una de las pocas veces que el nivel del agua de la presa desciende tanto que se ve el antiguo puente de Oseiro, que ha quedado a la vista, lo que sorprendió a los vecinos del entorno.