Conseguir dinero en efectivo en Caión, en el municipio de A Laracha, se ha convertido en una misión casi imposible. La única sucursal bancaria existente, del Banco Santander, que contaba con un cajero automático, echó el cierre el pasado otoño, lo que dejó sin un servicio esencial a los cerca de 600 vecinos de este núcleo urbano. Esta situación ha convertido a los terminales de punto de venta (TPV) en un elemento esencial en los comercios y locales de hostelería, ya que hay clientes que muchas veces no disponen de efectivo. Ahora la única forma es ir a un autobús de Abanca que acude los jueves al núcleo urbano.

Los vecinos y comerciantes viven esta situación con resignación. En la plaza principal de la localidad, uno de los trabajadores de la panadería, Diego Maceiras, relata que su establecimiento se vio obligado a instalar un terminal para aceptar pagos con tarjetas bancarias. "Antes los mandábamos al cajero, que estaba ahí al lado", asegura. A pocos metros de ahí una tienda de venta de periódicos y regalos. La dependienta, Juana Maceiras, explica que a algunos visitantes les "choca" que en un sitio tan turístico como Caión no haya un cajero automático para lograr efectivo. También señala que si la gente supiera que no hay este servicio, podría coger el dinero en A Coruña o en Arteixo.

Los vecinos disponen de dos opciones para conseguir efectivo. Pueden desplazarse a otros lugares con oficina bancaria, como pueden ser A Laracha o Arteixo. Y la otra consiste en utilizar el autobús de Abanca que va todos los jueves a la localidad, en el que los vecinos pueden hacer gestiones bancarias. Ayer, debido a una urgencia, según explica Abanca, el vehículo no pudo ir hasta Caión. Esto significa que los residentes estarán dos semanas sin dinero.

La farmacia de la plaza principal dispone de TPV, pero la mayoría de sus clientes realizan sus pagos en efectivo, según relata una de sus trabajadoras, María Dolores Freire. En la carnicería, Carlos Santos explica que todavía no tiene TPV, pero que lo instalará por la afluencia de gente en "verano".

El Concello larachés tiene claro que las entidades bancarias son las "que deben prestar servicio" a los vecinos y no las administraciones, aunque indica que el Gobierno local ha mantenido gestiones para que Caión disponga de este servicio debido a que los "vecinos están preocupados". El alcalde, José Manuel López Varela, explica que mantuvo reuniones con el Santander para intentar que por lo menos se mantuviese el cajero automático tras el cierre de la oficina bancaria. No tuvo éxito. Asegura que el banco le transmitió que los "gastos no compensaban", ya que tener uno de estos aparatos requiere una importante inversión que no produce ningún ingreso.

Una de las opciones que tuvo encima de la mesa el Concello fue contratar a una empresa que instala cajeros. El alcalde no vio viable esta opción.

La otra alternativa en la que trabaja el Ejecutivo es que Abanca instale un punto de retirada de dinero, aunque Varela ve "difícil" que la petición prospere. Próximamente se reunirán.