La Fundación Wenceslao recurrió esta semana a las redes sociales para enviar un desesperado SOS a las administraciones, especialmente a la Diputación, propietaria de Villa Florentina, la quinta de Cecebre que acoge la Casa Museo y la sede de esta institución sin ánimo de lucro dedicada a promocionar y ahondar en el legado del autor de El bosque animado.

La entidad se declara incapaz de continuar asumiendo el funcionamiento del Villa Florentina y acusa a la institución provincial de abocarles a una situación "insostenible" por la merma de ayudas y por su negativa a costear los gastos de Villa Florentina. "Llevamos más de cinco años negociando para sacarnos de encima este marrón pero no encontramos ninguna disposición por parte de la Diputación", afirma el presidente de la fundación, José Luis Castro de Paz, que ve preciso modificar los estatutos redactados hace décadas para liberar a la fundación de esta responsabilidad.

Las tiranteces entre la fundación y las administraciones vienen de atrás. El anterior presidente, Antonio Montero, dejó el puesto en 2014 por la "falta de apoyo" público. La Diputación evitó ayer ahondar en la polémica, expresó su buena disposición a colaborar con la entidad y relató que negocia desde el pasado mandato con el Concello de Cambre la cesión de Villa Florentina, aunque de momento no hay acuerdo. El Gobierno provincial niega la carencia de ayudas que denuncia la fundación, apunta que en 2019 percibió 15.000 euros y avanza que resolverá en breve el concurso público de 2020, que se retrasó por la pandemia.