Unas doscientas personas entre profesores, personal no docente, madres y padres y Corporación local de Oleiros se manifestaron hoy a la salida del colegio Luis Seoane de Canide en apoyo de la directora María Ruiz, obligada a dimitir por la Xunta a causa de la demora en comunicar que un niño de 3 años se había quedado varias horas en el bus escolar en lugar de bajar por la mañana para clase. El monitor encargado de cuidar a los niños de ese bus fue despedido por la empresa de transporte. El resto del equipo directivo del centro ha presentado la dimisión en solidaridad con Ruiz. El centro exhibía esta mañana un gran número de pancartas de apoyo en ventanas y muros.

"María, directora" e "Inspectora dimisión", fueron las dos consignas más repetidas por los manifestantes que estuvieron casi treinta minutos aplaudiendo sin parar a María Ruiz mientras ésta ayuda, junto al resto de profesorado, a acompañar a los niños para cruzar la calle hasta sus padres. Muy emocionada por las muestras de cariño, esta directiva dirigió unas breves palabras ante los asistentes: "Este es mi colegio y mi comunidad. Todos veis lo que hay. Yo no quería dimitir, yo no dimití voluntariamente, solo puedo decir eso. Muchísimas gracias a todos, de verdad"

Aunque iba a ser una cacerolada, al final primaron los aplausos y el despliegue de pancartas, que desplegaron también muchos niños. Entre el público estaba el alcalde de Oleiros y gran parte de su Ejecutivo, el portavoz local del BNG y la diputada nacionalista en el Parlamento Mercedes Queixas, que llevará este asunto a la comisión del próximo día 13.

El sindicato CIG-Ensino ha mostrado también su respaldo en un comunicado en el que exige la dimisión del jefe territorial de Educación, Indalecio Cabana.