La calle Parroquia de Lubre, en el polígono industrial de Bergondo, se despertó ayer con una fuente en medio de la calzada y un nivel de agua que llegaba por la rodilla, tras saltar la tapa de registro del alcantarillado a causa de la fuerza torrencial. Ha sido la sexta vez en tres meses en que este ámbito se queda pasado por agua, cinco veces a causa de la rotura de las tuberías de suministro y la de ayer porque la actual red no separativa carece de capacidad para absorber tal volumen de líquido.

Este polígono con 330 empresas y donde trabajan unas 3.500 personas, constituye el motor económico de Bergondo pero sus infraestructuras son las mismas que cuando se creó hace treinta años, a pesar de su gran crecimiento, con problemas como unas tuberías únicas para pluviales y residuales o una depuradora que está sin completar.

Este verano se han producido cuatro roturas de la red de agua que dejaron en ocasiones hasta a 85 empresas sin suministro, lo que supone un gran perjuicio para las que requieren el agua como elemento indispensable para su funcionamiento. Este tipo de incidencias además supone una pérdida enorme de agua y un aumento en la factura, al estar varias horas manando.

Los anegamientos en las calles y naves de este parque empresarial se sufren desde hace lustros. En noviembre de 2005 los empresarios denunciaban el desbordamiento de las alcantarillas, con agua de lluvia y fecales mezcladas, con una altura de setenta centímetros, hechos que denunciaron ante Augas de Galicia y Sanidade.

En diciembre de 2019 las inundaciones a causa de las lluvias llegaron a metro y medio de altura en la parte baja del polígono.