Los mayores de Aranga consultados por este diario se deshacen el halagos cuando les preguntas por el informático. "Antonio era un encanto, te ayudaba en todo, te lo explicaba con mucha paciencia", afirma Isabel Fernández, usuaria habitual del aula de informática de Muniferral, un servicio al que acudía no solo para aprender nociones básicas, sino ante cualquier incidente con las nuevas tecnologías o el móvil. "Era una maravilla", refrenda Alicia Pérez al tiempo que asiente con la cabeza. Estas dos mujeres sostienen que el Concello tiene alternativas para reabrir las aulas en condiciones de seguridad. Una posibilidad a la que apela también Lucía Vidal, más conocida como Lucita, la vecina de 59 años que impulsó la campaña de recogida de firmas. "Es verdad que ahora la situación ha empeorado, pero las aulas están nuevas, son enormes, se pueden garantizar las distancias de seguridad y tienen ventanas de sobra para ventilar", defiende esta vecina, que apunta también a la posibilidad de poner en marcha un sistema de cita previa.