Integrantes de la red de apoyo de mujeres de Oleiros, en el parque As Trece Rosas. | // L.O.

Fina, Esperanza, Marisol, Pilar, Vanessa, Ana, Remedios... son algunas de las mujeres que en 2018 contaban a este periódico sus durísimas experiencias vitales y cómo, a partir de su participación en obradoiros de fortalecimiento físico y emocional organizados por el departamento de Servizos Sociais del Concello de Oleiros, se fortalecieron, se recuperaron y sobre todo, cómo hicieron amistad con otras mujeres y crearon un grupo de apoyo entre ellas, una red irrompible que ni la pandemia ni las restricciones actuales han podido quebrar, de forma que siempre han estado unas para sostener a las otras cuando hacía falta, gracias a la tecnología, internet, las redes sociales, en su aspecto más positivo. Este grupo, que había nacido en 2017, sigue funcionando hoy en día, es una red autónoma femenina, ahora mismo integrada por unas 16 mujeres, que también celebraron el Día contra la Violencia de Género el pasado miércoles con un acto en el parque As Trece Rosas de Bastiagueiro, dedicado a las jóvenes fusiladas durante la dictadura. Este grupo tiene nombre con declaración de actitud: Sorrindo. El Concello también conmemoró este día con un minuto de silencio el pasado día 25.

Guirnaldas, flores y corazones de papel, velas y otros elementos, fueron los que instalaron alrededor de la escultura de la mujer que está instalada en este parque, en un acto simbólico en el que pudieron juntarse todo lo que el coronavirus nos permite.

“Se creó este grupo en la Casa do Pobo de Nós y ahora son autónomas, funcionan como un grupo de apoyo, aunque algunas por circunstancias de familia o trabajo no puedan venir tanto. Han pasado momentos muy difíciles durante la pandemia y ahora las restricciones, pero se han mantenido siempre juntas, a través de redes sociales, mediante actividades como poemas o los abrazos a árboles, herramientas que han puesto en práctica tras los talleres en los que han participado. Han echado mano de la creatividad para mantenerse unidas. Han hecho guirnaldas de lana para abrazar los árboles, un acto simbólico en este momento en el que no se puede abrazar y hace más falta que nunca”, explica la psicóloga de Servizos Sociais, Blanca Navarro.

Esta profesional destaca el ejemplo de estas mujeres, que vienen de situaciones como maltrato, divorcio traumático, enfermedad grave o la dura tarea de ser cuidadora, por ejemplo. “La verdad es que tienen mucho mérito, cómo se consolidaron, buscaron caminos para adaptarse, fue muy emocionante ver cómo mantuvieron el vínculo desde la pandemia, su solidaridad y su respeto”.

Ahora, por la situación sanitaria, no pueden reunirse físicamente en la Casa do Pobo de Nós pero sí se mantienen siempre en contacto y realizando actividades juntas y ayudándose, aunque tenga que ser, por ahora, de forma virtual.

Blanca Navarro fue una de las personas que atendió el servicio de ayuda psicológica telefónica que puso en marcha el Concello durante la pandemia para que nadie se quedase aislado. Solo ella, tuvo un centenar de llamadas.