Miño es el municipio de la comarca de Betanzos que más población ganó en el último decenio en términos relativos. Según los datos del padrón que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística, a 1 de enero de 2020, el concello miñense cuenta con 6.277 habitantes, un 11,5% más que hace diez años. Sada ocupa el segundo puesto en el ranking.

Este ayuntamiento vio incrementado un 9,8% su censo en el último decenio, al pasar de 14.734 empadronados a 16.186. El tercer puesto en el podio lo ocupa Coirós, el único municipio rural que logra ganar población en la última década al crecer un 7,6%. Pasa de 1.722 a 1.853 censados.

El crecimiento de estos tres ayuntamientos contrasta con la caída que sufren el resto de los municipios de la comarca de Betanzos, especialmente pronunciada en los más pequeños del rural. Aranga es el municipio que más población ha perdido entre 2010 y 2020, un 13,7% de su censo, al pasar de 2.126 a 1.834 habitantes. Le sigue Vilasantar, que cayó un 13% (de 1.406 a 1.211). El tercer puesto lo ocupa Irixoa, que ha visto reducido un 10,7% su padrón, al pasar de 1.501 a 1.340 empadronados. Curiosamente, este concello ha registrado un pequeño repunte en los últimos dos años, en los que ha conseguido revertir la tendencia a la baja y ganar siete habitantes.

Paderne, con una caída del 10,1%, Vilarmaior (5,3%) y Curtis, (4,1%) también han perdido población en el último decenio. Solo Curtis ha conseguido revertir la tendencia y engordar su censo en los últimos años. El municipio comenzó a recuperar pulso en 2018 y ha ganado 98 habitantes en los últimos dos años, un incremento que el Concello vincula en parte al repunte en la actividad del polígono de Teixeiro.

La ciudad de Betanzos, cabecera de comarca, tampoco se libra de la pérdida de población. El municipio brigantino registró una caída del 4,5% en el último decenio, al pasar de 13.673 a 13.053 habitantes, aunque también ha logrado revertir la tendencia a partir de 2018 y lleva dos años de incremento en el padrón.

Oza-Cesuras, el municipio fusionado que nació en 2013, tampoco ha conseguido ganar población, uno de los principales objetivos que se marcaba con la alianza. El concello pierde habitantes un año más y cada vez se acerca más a la indeseable barrera de los 5.000 habitantes, esa que logró franquear gracias a la unión pionera y que le hizo subir un escalón tributario. Según los datos actualizados del INE, a 1 de enero de 2020, el ayuntamiento cuenta con 5.096 habitantes, un 3,5% menos que en su nacimiento. El Concello, que vio frustradas las expectativas de crecimiento empresarial que recogía en el plan de viabilidad de la fusión, ha aprobado en los últimos años varios incentivos fiscales con los que aspira a atraer y fijar población.

Miño es el municipio que ha registrado un crecimiento más sostenido de población en los últimos diez años, aunque ha sido especialmente significativo en el último lustro. La mejoría es visible en la macrourbanización Costa Miño Golf, que ha conseguido reflotar a raíz de las ofertas a la baja de los bancos. El complejo ha pasado de ser un lugar de veraneo a residencia fija de familias, en muchos casos jóvenes con hijos, según explican desde el Concello, que en el último año ha dado más de treinta licencias de primera ocupación en esta zona residencial.

El municipio de Sada también ha registrado un crecimiento sostenido en el último decenio. El incremento ha sido especialmente significativo en los últimos años. El municipio sadense ha superado la barrera de los 16.000 habitantes y ganado 345 nuevos vecinos. En el último lustro, ha pasado de 15.080 a 16.186 habitantes. El concello sadense aprobó hace ya tres años el plan general, un instrumento crucial para garantizar un crecimiento sostenible y dotar de seguridad jurídica a los desarrollos urbanísticos.