Nos percatamos del valor de los edificios históricos muchas veces cuando se rehabilitan o cuando se vienen abajo. Pero hay otro patrimonio cultural que pasa desapercibido porque está bajo el agua y a pesar de la existencia de numerosos estudios sobre las posibles joyas y tesoros que pueden hallarse en este Golfo Ártabro, y más en concreto en Oleiros, no se investiga. El proyecto del dragado de sedimentos de la ría de O Burgo que ejecutará, por fin, el Gobierno central, incluye un estudio arqueológico previo que ha motivado que cuando se realicen las obras, se obligue a efectuar un “control y seguimiento continuo” de tres zonas en la costa oleirense por la posibilidad de hallar restos arqueológicos: la “anomalía” de la barra de Santa Cristina donde se sospecha hace años de los restos de un buque del pirata Drake cuando huyó de A Coruña en 1589; una posible villa romana entre el puente de A Pasaxe y O Paraíso; y el entorno del Torreón de Bescansa.

El gabinete ArcheoAtlántica, especializado en arqueología subacuática, destaca el “posible pecio de la flota de Drake” que existiría cerca de la orilla de la playa de Santa Cristina debido a “referencias orales” de los mariscadores de la zona”, que podrían confirmar lo que muchos autores denominan como la “anomalía”, una mancha oscura que durante años, en distintas imágenes aéreas, ha aparecido invariable junto a la Punta de Flecha y que se cree que pueden ser restos de una embarcación de las que constan referencias que fueron hundidas tras fallar el asedio a la ciudad coruñesa.

ArcheoAtlántica recuerda además que en trabajos submarinos y dragados realizados en este entorno “han documentado restos de vajillas y balas de cañón de hierro pertenecientes a esta flota”. Añade también que en 1905 “se localizó en la playa de Bastiagueiro un cañón de bronce de 2,5 metros de longitud de procedencia británica” que posiblemente perteneció a uno de estos navíos. 

“Anomalía” que se cree que son restos de un buque de Drake. // L.O.

Estos arqueólogos, en el estudio realizado para la obra del dragado, subrayan también la necesidad de vigilar la obra cuando se trabaje en la orilla oleirense entre Beiramar y O Paraíso, debido a la aparición de restos de “tégulas y ladrillos romanos”. El profesor de Arqueología Fermín Pérez Losada apuntó la “posible villa romana” que existiría en la zona más cercana al puente de A Pasaxe. En 2006, en las intervenciones arqueológicas realizadas con motivo de las obras de demolición de los muros de la antigua cetárea anexa a la isla de Santa Cristina, bajo la dirección del arqueólogo Simón Pena Basso, se hizo un aporte de arena traída de esta zona junto al puente, entre la que estaban esos restos de antiguas tejas y ladrillos romanos.

 La historiadora María Josefa Loira en su tesis doctoral también apuntó que estos restos aparecidos al demoler la cetárea “podrían proceder del yacimiento romano de Ponte Pasaxe”, y habrían sido depositados entorno al islote de Santa Cristina “por efecto de la corriente”. Los arqueólogos desconocen con exactitud la procedencia exacta y a qué profundidad se hallarían estos posibles restos, aunque en su informe afirman que “puede considerarse como un área subacuática de potencialidad arqueológica”.

Respecto a esta zona de Santa Cristina aún existen restos del antiguo castro costero, de planta rectangular, con talud, terraplenes, foso y parapeto, en el que Luis Monteagudo, en una prospección, recuperó cerámicas castrexas. 

Mapa de la obra de dragado con las zonas de Oleiros a controlar. // L.O.

Otros autores también subrayan la posibilidad de la existencia de “asentamientos indeterminados” en Dexo, Portelo, Canide y Ponte Pasaxe, además de castros activos en la época romana en el Morro de Canide, Punta Roza y Punta Torrella, según afirma María José Loira. La zona de Portelo y Canide está totalmente alterada por la construcción de la urbanización, pero los autores Fernández Abella y Carlsson Brandt en 2017 documentaron “estructuras murarias y tégulas” (a doscientos metros había un castro). 

La tercera zona para la que se prevé una vigilancia arqueológica durante el dragado es el entorno del Torreón de los Bescansa y el edificio de A Fábrica. El torreón es un edificio del siglo XVII, reformado hace pocos años por el Concello. Fue polvorín para abastecer al castillo de Santa Cruz y en 1907 hereda la propiedad (con vivienda y bodega) Carmen Tárrago, mujer del farmacéutico Luis Bescansa, de ahí el nombre de esta torre. Muy cerca está el edificio de A Fábrica, hoy centro cultural municipal. Comenzó como fábrica de jabón, luego pasó a ser conservera y en el XX, fábrica de cervezas de The Corunna Brewing Company&Limited.

La moneda de oro del buque de Boi de Canto

Los posibles restos de una nave de sir Francis Drake o la también potencial villa romana junto al puente, no son los únicos elementos del patrimonio subacuático que pueden existir en la costa oleirense. Según asegura el arqueólogo coruñés Miguel José San Claudio en su tesis doctoral El Atlántico Norte Español, un espacio estratégico para un imperio. Siglo XVI: una visión arqueológica, se hundieron en esta costa “buques con cargamentos de elevado valor económico”, entre ellos, un paquebote o buque de correo marítimo oficial con base en A Coruña llamado El Gallego. 

Esta embarcación con casco de madera forrado de cobre procedía de La Habana y se hundió a la altura de Boi de Canto (entre la playa de Naval y la cala de las Margaritas) con el resultado de 19 víctimas mortales. Venía cargado con azúcar y monedas. El historiador naval y autor Fernando Patricio Cortizo, (autor de Historia da costa galega e os seus naufraxios), asegura que “existe alguna referencia a la localización” en el espacio intermareal de Boi de Canto “de una moneda de oro por un vecino” de la zona. 

El puñal del siglo VII a.C. hallado en la ría  

En la ría se halló hace años un puñal del modelo denominado “lengua de carpa” de la Edad de Bronce, fechado en el siglo VII antes de nuestra era, predecesor de los puñales típicos de la cultura castrexa, y que según los expertos, respondería a un uso simbólico ritual y funerario. En la ría también se encontró en su día una estela funeraria dedicada a los Dioses Manes. Se sabe que apareció en la ría pero se desconoce su ubicación exacta.Ahora que se regenera toda la ría, un centro de interpretación que reuniese y expusiese alguna de estas piezas sería coherente.

Hallazgos fáciles al saqueo por su poca profundidad

El arqueólogo Miguel José San Claudio, alerta de que la “escasa profundidad a la que se hallan situados la mayor parte de los yacimientos arqueológicos conocidos en el noroeste peninsular los pone al alcance de cualquier actuación incontrolada incluso con medios técnicos de buceo precarios”, con lugares “muy vulnerables”, que se pueden saquear usando “unas simples gafas de buceo”.