Antonio Martínez, copropietario de la mayor explotación ganadera del municipio. | // LA OPINIÓN

La concentración parcelaria de San Vicenzo fue declarada urgente en 1989 y cristaliza tras décadas de trámites, aunque entre quejas de algunos propietarios en desacuerdo con el reparto de los terrenos. Entre otros, la explotación ganadera más grande del municipio de Vilasantar, de la familia Martínez. “A nosotros nos dejan encajonados”, lamenta Antonio, que gestiona con sus hermanos esta ganadería de más de cuatrocientas vacas.

Las bases definitivas de la concentración se aprobaron en octubre de 2019 y 27 propietarios en desacuerdo con la asignación de terrenos presentaron un recurso de alzada que no ha recibido respuesta. Tiempo después, en septiembre del pasado año, cerca de un centenar de titulares presentaron un escrito en contra de la toma de posesión provisional de las fincas adjudicadas hasta que se resolviesen los recursos presentados y se ejecutasen todas las pistas. La toma de posesión fue autorizada en septiembre de 2020 y los recurrentes aguardan todavía una respuesta.

Los afectados son conscientes de la dificultad que entraña racionalizar un territorio tan fragmentado, formado por 3.666 parcelas que con la parcelaria se concentrarán en 764 predios, pero consideran que en el reparto final no se tuvieron en cuenta algunas de las premisas que deben guiar un proceso de este tipo, como la de priorizar “a las personas que trabajan o viven en el municipio”. “La idea era favorecer a la gente que vive aquí de esto, pero a nosotros la finca más cercana nos la ponen a cuatro kilómetros, y son sobre todo monte, cantera y braña... Parece que quieren acabar con el rural”, lamenta Antonio Martínez, copropietario de la mayor explotación ganadera del municipio, que denuncia que el hecho de que no hayan agregado ninguna parcela a la explotación limita sus posibilidades de crecimiento, dado que la extensión computa para la edificabilidad.

Jesús Tomé Vilariño, de la Ganadería de San Vicente, con unas 130 vacas de leche, aguarda también una respuesta a su recurso. Este ganadero solicitó más superficie alrededor de la explotación en detrimento de una finca que le fue asignada y que, denuncia, está dividida por un regato y “presenta una amplia superficie imposible de cultivar, además de una superficie de braña inaprovechable”. “¿No se suponía que las explotaciones tenían prioridad’?”, se pregunta este ganadero, que contrapone el rechazo de buena parte de sus alegaciones con la buena aceptación de las de un integrante de la gestora, al “que aceptaron todo”. Otros alegantes consultados, ven también falta de equidad en el reparto.

El malestar de este grupo de propietarios llegará al Parlamento a instancias del BNG. La formación advierte que entre los recurrentes se encuentran “ganaderos titulares de las pocas explotaciones viables que quedan en la parroquia e insta a la Xunta a aclarar cuándo piensa responder a los recursos y realizar las pistas secundarias. La Consellería de Medio Rural explica que prevé notificar la resolución de los 27 recursos a finales de febrero e incide en que cuando se agrupan las fincas, “además de disminuir desplazamientos hay que procurar adjudicar calidades y localizaciones semejantes a las parcelas aportadas por todos y cada uno de los propietarios". Consultados hace meses por los recursos, responsables del departamento autonómico destacaron que se presentaron 27de un total de 472 propietarios, por lo que no superaban el 6% que establece Ley de Mejora de la Estructura Territorial Agraria de Galicia para paralizar la toma de posesión.