Uno de los grandes impactos que tendrá la revisión del plan director de Alvedro en Culleredo, junto con las expropiaciones de terrenos y viviendas alrededor para aumentar el recinto aeroportuario y construir nuevos edificios, afecta carreteras de la avenida de A Hermida y la zona del Polvorín. La propia memoria ambiental que ha realizado el Gobierno central admite que la “conectividad territorial” y la “accesibilidad y movilidad” en esta zona se verán “alteradas”.

En el núcleo urbano de A Hermida se verán modificados los trazados de distintas vías. La ampliación de una de las rampas hacia el sur, junto con la reubicación de la terminal de carga, obligarán a desviar un tramo de trescientos metros de esta carretera. Pero también se afectará a otro tramo de la rúa Polvorín, en unos cien metros, además de cuarenta metros de la rúa Vixía. Todos serán desviados de forma definitiva, no solo durante la fase de obras, en la que se habilitarán desvíos provisionales.

En el caso de los desvíos definitivos que se llevarán a cabo, deberán ser aprobados por la Diputación y el Concello, con competencias como titulares de las vías. En esta memoria ambiental se reconoce que esta afección a las infraestructuras del entorno “supondrá un coste económico, urbanístico y social significativo” en el importe total de las obras previstas, aunque no precisa cuánto será este importe.

La revisión del plan de Alvedro incluye una nueva plataforma de aviación general y ejecutiva y para helicópteros, un nuevo almacén y halcohonera para las aves, nuevos hangares para el Helimer, la Guardia Civil y Tráfico y también para aviación general, así como nuevas instalaciones de almacenamiento y suministro de combustibles.

Todas estas actuaciones implicarán una importante alteración del suelo, al asfaltarse más de ocho hectáreas de tierra.

Se eliminarán los pastizales que rodean las pistas y la zona ajardinada en la entrada donde hay chopos, cipreses, palmeras y fresnos (1.941 metros cuadrados de arbolado); así como un rodal mixto de pinos y eucaliptos; otra zona ajardinada con frutales (1.794 metros cuadrados), y un rodal de eucalipto. Fauna habitual de la zona, como gaviotas (que descansan aquí en su paso de O Burgo a Sogama), cornejas, palomas torcaces, ánades azules y busardos ratoneros, perderán sus hábitats.

En cuanto al impacto en el paisaje, será moderado hacia la zona industrial y “moderado” hacia el suroeste donde hay muchas viviendas. En este documento ambiental también se destaca el aspecto positivo de estas obras: se asegura que se generará “un 56,35% más de empleo respecto a la situación actual”, entre empleos directos e indirectos, pasando de 882 empleos a 1.379 en el futuro.

Se indica además en este documento que estas obras y sus afecciones son compatibles con las figuras de planeamiento urbanístico, aunque en todo caso los Concellos de Culleredo y también Oleiros, tendrán que cambiar su planeamiento para reflejar esta ampliación de Alvedro tras expropiar terrenos, así como recoger su nueva calificación urbanística.