Los vecinos del lugar de Lácere disponen desde 2019 de acometidas a la red de saneamiento, pero se da la curiosa circunstancia de que el bombeo de aguas residuales no dispone de suministro eléctrico y los días de lluvia el pozo desborda y se registran vertidos de fecales a través de un aliviadero que desagua junto al cierre de la vivienda de Miguel Mosquera, un residente que ha presentado ya varios escritos al Concello para reclamar una solución.

El aliviadero de residuales, en primer término, y vecinos de Lácere afectados al fondo. | // LA OPINIÓN

“En invierno esto es terrible”, relata este vecino mientras muestra varios vídeos de los vertidos. “Entran en mi jardín, es totalmente antihigiénico, tengo un hijo asmático y alérgico y le tengo prohibido que vaya a la parte de atrás”, relata este residente, que explica que la única solución que le da el Concello es aumentar la periodicidad de las visitas de la cisterna para vaciar el pozo. “Hay días que el olor es insoportable”, se queja Felisa, otra residente afectada.

El alcalde, Benito Portela, lamenta las molestias generadas aunque destaca que envían a la cisterna al menos cada dos días a vaciar el pozo. El regidor explica que Naturgy se niega a dar suministro a la bomba alegando que la potencia instalada es insuficiente y que la Diputación obliga a retranquear los nuevos postes, por lo que es preciso adquirir antes el suelo preciso. Relata que reservaron una partida para tal fin, pero que no han logrado localizar a algunos de los propietarios para negociar la cesión. Ante la situación, el Concello analiza ahora la posibilidad de instalar un panel solar, aunque no oculta su malestar Fenosa e incide en que esta zona queda sin suministro en momentos de alta demanda.