¿Qué tal va el festival? ¿Tiene la respuesta de público esperada?

Sí, porque estamos haciendo unos conciertos, digamos, de cámara, en sitios pequeños. El otro día el concierto de Marco Mezquida, fue en un salón de Villa Concepción, con piano de cola, y fue maravilloso. Y la respuesta de la gente: estuvo lleno, todas la plazas que había. Pero fue un concierto perfecto, con la gente muy atenta, acústico totalmente... Eso estamos persiguiendo, que sean conciertos como muy íntimos. Y mover a los melómanos.

¿Y se mueven entre los cambreses o va más gente de fuera?

La mayor parte de la gente es de Cambre. Hay un porcentaje al que les gusta lo que estamos programando. Hay gente interesada, lo pasa es que tampoco hay mucha oferta muchas veces, sobre todo en invierno.

Buscan con el festival tanto atender a la pequeña demanda que hay como generarla, educar.

Educar, efectivamente, porque estamos poniendo cosas exquisitas. Es la palabra que más se le acerca.

¿De dónde nace esa apuesta por el jazz en Cambre? ¿Está usted detrás desde el principio?

Llevamos varios años. Yo al inicio, de forma más circunstancial y ahora ya más metido. Este ciclo que estamos haciendo en invierno responde a que no pudimos hacerlo desde hace dos veranos por la pandemia. Ya teníamos mucha necesidad de poner una tirita para que la herida no se agrandase y se le ocurrió hacer esto a la concejala de Cultura.

Igual que usted, es vecina del municipio una de las tres artistas programadas este año, Carmen Rey.

Optamos por buscar cosas exquisitas, bien trabajadas, como lo que hace Carmen Rey, que la conozco de casi toda la vida, del entorno. Buscar un artista local o del entorno, otro con proyección más nacional e internacional y así ir subiendo, en la medida de lo posible. En el verano 2020 programamos una figura internacional, Dave Douglas, pero se fue al garete por la pandemia. Y en este caso, Marco Mezquida es mallorquín pero es un fenómeno y tiene proyección nacional e internacional, es el mejor pianista que hay ahora en el jazz e improvisación en España. Y este viernes, Baldo Martínez toca con un proyecto que hace especialmente casi para el festival; le pedimos que formara un cuarteto con músicos gallegos. Entonces, tenemos a Carmen Rey, local; a Baldo Martínez, gallego; y a Marco Mezquida, nacional. Eso es en principio lo que vamos a intentar.

El festival se consolida, entonces.

La idea es que siga. Esperamos el próximo hacerlo en verano, es al aire libre y con otras características.

La película Valentina, con banda sonora de su autoría, ha sido nominada a los Goya. Enhorabuena.

La preestrenamos hoy [ayer] por la mañana con gran éxito. Tuvo muy buena acogida. Tenemos muchas esperanzas. Funciona muy bien. Y tiene el punto de la inclusión.

Usted formó parte de los pioneros Clunia y derivó hacia el audiovisual. Desde su perspectiva, ¿cómo ha evolucionado el jazz en la comarca?

El jazz evoluciona favorablemente. Lo que pasa es que también se ha visto afectado por la COVID. Yo, a mi edad, ya asumo que es una música minoritaria, entonces hay que buscar su público, que es lo que hacemos con el festival de Cambre. Las nuevas generaciones son más numerosas, están mejor preparadas, ¿qué mas podemos pedir? Hay muy buena cantera. Otra cosa es que haya poco trabajo; bueno ya, ya lo sabemos.