El municipio de Carballo, atestado de paredes medianeras en medio de un urbanismo muy mejorable, inició hace unos años una apuesta por el arte urbano que ha logrado revertir totalmente su imagen y hoy pasar por algunas calles es como visitar un museo de arte contemporáneo. En la comarca coruñesa Cambre siguió su ejemplo con el Cromático Mural Fest hace cuatro años y el Concello de Oleiros en 2017 también apostó por llevar el arte a la calle pintando las paredes medianeras del edificio de la Hacienda Municipal y uno residencial en Perillo. En 2019 el conocido muralista Joseba Muruzábal hizo una de sus superabuelas en la plaza de Santa Cruz y este año Lidia Cao pintó a Emilia Pardo Bazán también en esta localidad. Ayer el alcalde de Oleiros anunció que otros tres espacios más del municipio van a ser decorados. El presupuesto de esta actuación es de 42.702 euros y el Concello pedirá una subvención a la Diputación.

Dibujo con flores y una garza blanca que irá en el suelo de la plaza de A Rabadeira. | // L.O.

La plaza de A Rabadeira, detrás de la Casa Consistorial, tendrá un suelo impreso estilo japonés, con flores y una garza blanca, una obra que realizará Lula Goce, autora entre otros del espectacular mural con el rostro de Isaac Díaz Pardo en un edificio de Sada. Otro espacio que también va a ser convertido en un jardín de flores es la parte trasera de los nichos del cementerio viejo de Dorneda, que tiene su fachada hacia la carretera y que es necesario pintar cada poco tiempo debido a las humedades. Será otro reconocido autor, Joseba Muruzábal, el que pintará esta pared (unos 120 metros cuadrados) así como la pared medianera de un edificio existente en la rúa Miraflores, con diseño aún pendiente. “Ya hablamos con los propietarios de los nichos que van a ser pintados”, apuntó ayer García Seoane.

“Vamos a llevar adelante este tipo de políticas de arte urbano, valorando a los verdaderos artistas y persiguiendo a los grafiteros que solo manchan paredes”, agregó Seoane. El Concello realizó un esfuerzo en la lucha contra las pintadas tras aumentar de forma exponencial en el municipio desde 2016 (persiguió a los autores, uno de 19 años multado con 3.000 euros en 2019), aumentando el feísmo en bajos comerciales, paredes de edificios o señales de tráfico. Su apuesta por el arte urbano es ahora su respuesta.