El profundo color verde de los tojos alrededor del faro grande de Mera se está apagando. Grandes masas de color blanquecino los han empezado a cubrir, como un manto, y el cambio en el mosaico del paisaje habitual de este espacio protegido de Oleiros es ya evidente. El motivo es la proliferación de la planta denominada Helichrysum petiolare o planta de regaliz (por el olor que desprenden las hojas al estrujarlas), también conocida como siempre viva.

“Es una nueva planta invasora”, alertó ayer el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, que en su día también avisó del peligro de la hierba de la Pampa. El regidor anunció que solicitará a la Consellería de Medio Rural la necesidad de que lleve a cabo una “actuación urgente” en este ámbito del Monumento Natural Costa de Dexo-Serantes “ante el avance” de esta planta originaria de Sudáfrica y que en teoría no soporta el frío, pero que en la práctica está demostrando una gran capacidad de adaptación y reproducción.

El Ejecutivo local señala que esta especie, hasta ahora poco conocida, está causando “un fuerte impacto medioambiental y visual” claramente apreciable a simple vista por el cambio en los tonos del paisaje, de verde oscuro a verde claro. Esta especie tiene las hojas blanquecinas, con pelos blancos, y es perenne. Alrededor del faro pequeño ya está totalmente instalada y han empezado a aparecer formaciones cada vez más cerca del faro grande, el que está al borde del acantilado. Hasta ahora en este entorno la principal invasora era la uña de gato.

Antes que Seoane, el año pasado ya alertó contra esta planta invasora el Grupo Naturalista Hábitat, que resaltó su presencia también en el entorno de la Torre de Hércules.