Los vecinos de O Couto celebraron ayer tres meses de movilizaciones para exigir a la Xunta un paso de peatones junto a la parada del bus escolar en la AC-173. Tras la negativa del Gobierno gallego, que ve inseguro habilitar un paso de cebra en el punto, los residentes en la zona presentan estos días alegaciones individuales a la respuesta del Ejecutivo autonómico, mantienen las protestas de cada lunes y han colgado de sus fachadas pancartas que exponen sus peticiones.

Que el tramo de carretera sea considerado urbano, que se reduzca el límite de velocidad a 50 kilómetros por hora y se aplique un plan de seguridad vial en la zona son las demandas de los vecinos. En la actualidad, la velocidad máxima en ese tramo de la calzada está fijada en 70 kilómetros por hora. Reclaman a la Axencia Galega de Infraestruturas una “solución urgente” por la “necesidad que tienen de cruzar la vía a diario escolares y vecinos”, que lo hacen, advierten, “en unas condiciones de mucho riesgo”.

En las concentraciones con las que los vecinos inician cada semana, los participantes invitan a los conductores a detener sus vehículos y a facilitar el cruce de la vía a los escolares que llegan en ellos y a los familiares que los acompañan. Las manifestaciones se realizan a las 14.00 horas.

Los vecinos recuerdan los orígenes de estos tres meses de lucha. “El pasado mes de noviembre, realizaron una solicitud por escrito, con el aval de más de un centenar de vecinos, que fue rechazada por la Axencia Galega de Infraestruturas, sin tener en cuenta las razones expuestas en su escrito, ya que aluden a un informe técnico que ya estaba elaborado con anterioridad a la solicitud”, critican los promotores de la demanda. “La principal alegación de la Xunta es que los conductores pueden no tener la percepción de encontrarse en un tramo urbano y podría ser más peligroso cruzar por un paso de peatones, que hacerlo sin él”, trasladan e insisten en un plan de seguridad y la reducción del límite de velocidad en el tramo.