Cuenta la tradición que el 2 de febrero, día de la Candelaria, se casan los pájaros. Para favorecer su emparejamiento y la culminación del enlace con la cría de nuevos pajaritos, jóvenes de Cambre han preparado e instalado cuatro casas-nido en el jardín de Casa Arrigada y en el paseo del río Mero, dentro de una de las actividades de la OMIX (Oficina Municipal de Información Xuvenil) en el programa Por fin é venres!. Las cajas, que fueron donadas por la Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, ya se utilizan por pájaros del entorno como hogar y refugio, asegura el técnico de Xuventude Chus Díaz, según el testimonio de compañeros del Concello de Cambre.

“Las casas-nido había que prepararlas, trabajarlas un poquitín, para ponerlas en funcionamiento, y lo hicimos en un taller en otoño. Pero no pueden ponerse en cualquier momento del año. Digamos que la época de ligoteo, de “en tu casa o en la mía”, es ahora en primavera. Por eso colocamos las casas-nido hace un par de semanas y las dejaremos hasta otoño, cuando ya han criado y abandonan el nido”, explica Díaz. Después, las guardarán para “la siguiente hornada de pajarillos”.

El nido, de madera y con un agujero de entrada con el tamaño ajustado a los cuerpos de los pájaros, les preserva de especies que suponen una amenaza. “Para ellos es un regalo. Ahí los huevos están superprotegidos. Ahora, que les gusten. Me llevé una alegría cuando me dijeron que habían visto a algún pájaro entrar”, cuenta el técnico.

El trabajo para acondicionar las cajas consistió en lijarlas un poco, sobre el todo el hueco de entrada y salida, “para que los pajaritos no se lastimen al pasar” y aplicarles un tratamiento no tóxico para preservar la madera.

Los chicos buscaron también información en internet sobre la colocación, que debe ser con la entrada hacia el suroeste, “de modo que la cara que da al norte sea la cerrada”, y a al menos tres metros de altura, para protegerse de otros animales, señala Díaz, quien explica que pidieron a los jóvenes que buscaran tutoriales “para que se implicaran”, aunque completaron las indicaciones con información de un trabajador municipal que perteneció a la Sociedad Española de Ornitología (SEO), por lo que “sabe mucho de pájaros”, asegura el técnico de Xuventude.

“Además de sensibilizar a los chicos, queríamos que fueran haciendo suya la casa [Arrigada] y el entorno”, señala Díaz. Recuerda que “en la otra Casa da Xuventude, la de As Palmeiras, detectaron que los bancos del paseo de O Temple situados justo ante la entrada estaban algo descuidados, así que propusieron pintarlos con los colores de la bandera Lgbti”, caso que pone como ejemplo de su objetivo de “no solo hacerles actividades, sino que hagan y propongan ellos”.

De las cuatro casas-nido, se optó por ubicar solo tres en el jardín de Casa Arrigada —pendiente de rehabilitar— ya que “los pájaros tienen su territorio, y cuatro eran muchas para el jardín”, señala Díaz. La cuarta se encuentra próxima, junto al río.