Los dos nuevos parques eólicos que tramita Endesa a través de su división de energías renovables, Enel Green Power, ante el Área de Industria y Energía de la Delegación del Gobierno en Galicia, los denominados Caíño y Brancellao, han disparado las alertas entre los habitantes de la comarca de la montaña betanceira, que temen el impacto que puedan provocar. Concellos y vecinos de Curtis, Aranga y Oza-Cesuras han realizado reuniones en las localidades afectadas para facilitar a los residentes información y un modelo de alegaciones. Ante esta situación, Endesa señaló ayer que los dueños de los terrenos no perderán la propiedad, podrán mantener los usos ganaderos y forestales, y percibirán un alquiler equivalente al 3% de la producción eléctrica anual de los aerogeneradores de los parques. También aseguró que el Concello de Curtis ingresará más de un millón de euros al año en impuestos.

La previsión de la empresa energética es que las arcas municipales del municipio curtiense recauden “una cuantiosa suma” con el impuesto de obras (ICIO) y las tasas de licencias municipales, que se abonarían en el momento en el que se tramite la concesión de la licencia de obras para el proyecto. Cuando los parques entren en producción, Endesa señala que pagará “más de un millón de euros cada año” en concepto del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y canon eólico.

Endesa también se compromete “a preservar la distancia legalmente establecida a núcleos rurales, caminos, restos arqueológicos o espacios de interés ambiental que haya en la zona”. Sobre la tramitación, la empresa asegura que la “se está aplicando en los proyectos de Caíño y Brancellao es la más exigente de las establecidas en España e incorpora el estudio de efectos sinérgicos en un radio de 15 kilómetros, teniendo en cuenta tanto ambos proyectos como otros que pueda haber en tramitación por parte de empresas terceras”.

Otro aspecto que indica la compañía eléctrica es que la construcción de los parques generará sobre “400 empleos durante el aproximadamente año y medio que durará la construcción” y que cuando entren en servicio, su operación y mantenimiento dará ocupación permanente “a otras trece personas”. Además, afirma que instalaciones podrán servir para suministrar energía renovable y a precio competitivo a empresas gallegas.

Enel Green Power tramita dos nuevos parques eólicos que afectan a varios municipios de la comarca de la montaña y que suman 58 aerogeneradores de 115 metros de altura y 327 megavatios en total. Se trata de los proyectos Caíño, que abarca terrenos de Aranga, Curtis, Oza-Cesuras, Abegondo, Sobrado y Gutiriz, y Brancellao, que afecta a los concellos de Curtis, Vilasantar, Mesía, Carral, Boimorto, Frades y Ordes. El primero cuenta con una inversión de 150 millones de euros y el segundo, con 116 millones.