El Gobierno local de Abegondo aprueba el plan xeral con la abstención de la oposición

El alcalde afirma que el documento “no deja de ser más que una delimitación de núcleos, dos urbanos y el resto rurales”, y que la previsión de desarrollos del proyecto anulado “se acabó”

El Gobierno local vota a favor del plan xeral en pleno, ayer, en Abegondo. |   // LA OPINIÓN

El Gobierno local vota a favor del plan xeral en pleno, ayer, en Abegondo. | // LA OPINIÓN / Sara Vázquez

Abegondo ha aprobado de forma provisional el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), en el último paso que corresponde al Concello, ya que el documento queda ahora en manos de la Xunta. El Gobierno local dio el visto bueno en solitario al proyecto urbanístico ayer en pleno, con la abstención del único grupo de la oposición, Alternativa por Abegondo (AxA), y sin debate.

El alcalde, José Antonio Santiso, defendió que este plan “no deja de ser más que una delimitación de núcleos, dos urbanos y el resto rurales”, y que prevé dos desarrollos: uno en San Marcos, donde irá el centro de salud, y otro comercial cerca de San Tirso. Atribuyó, además, los posibles errores del plan xeral que fue anulado por la justicia, que se había aprobado en 2012, a la empresa redactora, a quien responsabilizó de haber proyectado “muchos desarrollos comparándose con concellos como Oleiros, que hoy está saturado”.

El regidor insistió en asegurar que, para la elaboración de este documento, se incidió a los redactores en “que lo que se pueda hacer se haga para todo el mundo y lo que no se pueda hacer, que no se haga para nadie”.

Alternativa por Abegondo se limitó a intervenir para manifestar que sus ediles son “conscientes de que es necesario tener un planeamiento aprobado”, por lo que se abstenían en la votación, expuso Javier Souto en calidad de portavoz. Su compañera Fátima Ínsua intervino para manifestar que ella habría votado a favor, pero que se acordó que el grupo, dividido, mantuviera la disciplina de voto, por lo que se votó la abstención. Apuntó que las explicaciones del equipo redactor le resolvieron posibles dudas sobre una posible “arbitrariedad” y sostuvo que “es muy difícil que un plan xeral quede del agrado de todo el mundo” y que es “fundamental” tener uno.

Al término de la sesión, consultados por este diario sobre el sentido de su voto, Souto explicó que, “por coherencia”, decidió abstenerse, para no obstaculizar la aprobación del plan y mantener cierta distancia, después de haberse visto “muy expuesto a muchos vecinos” tras la aprobación del plan anterior —que después tumbó la justicia—, cuando él era miembro de la Plataforma de Afectados por el PXOM de Abegondo, que presentó la denuncia clave para la anulación judicial del documento. Los tres ediles de AxA presentes en la sesión —en la que se ausentaron el cuarto concejal de este grupo y dos del Gobierno— concretaron que el grupo estaba dividido, con dos partidarios de votar a favor y dos de la abstención, y finalmente optaron por mantener la disciplina de voto y no dividirse y apostaron por abstenerse.

El alcalde, que agradeció la abstención de sus únicos opositores, apuntó que, de unas 700 alegaciones, se aceptaron 277, la mayoría para reclamar que se incluyeran en la delimitación de los núcleos fincas lindantes que quedaban excluidas y, por tanto, se verían privadas de la posibilidad de construir.

“Se acabó aquello”, aseveró Santiso en relación a los desarrollos previstos en el plan anulado. Criticó que “algún gran propietario” acude al Ayuntamiento “preguntando que, si antes podía construir 100 viviendas, por qué ahora no”. “¿Por qué no las hizo cuando podía?”, defendió el regidor. “Aquí algunos propietarios querían más viviendas y luego no se hizo ninguna”, reprochó.

La votación transcurrió, así, sin debate y en un ambiente de contención y concordia opuesto a la crispación que llegó a envolver al plan aprobado en 2012. Las reclamaciones de vecinos y la plataforma de afectados que las canalizó, que contó con el apoyo de toda la oposición municipal del momento, contrastan con el silencio y la paz de ahora sobre un plan que, en efecto, reduce la vivienda, talón de Aquiles del PXOM al que el Tribunal Supremo dio la puntilla en el año 2017.

El PXOM queda ahora en manos de la Xunta, que tendrá que analizar si dicta su aprobación definitiva y la consiguiente entrada en vigor. El nuevo plan prevé un máximo de 1.675 nuevas viviendas, un 36% menos que el plan de 2012 que tumbaron los tribunales, que permitía hasta fijaba 2.622 construcciones nuevas, pero 227 residencias más que el documento aprobado de forma inicial en 2021. Santiso explica este aumento por la aceptación de alegaciones de particulares que reclamaban la inclusión en los núcleos definidos en el plan. De las 1.675 posibles nuevas residencias, 1.460 se pueden ubicar en núcleo rural, un 87% del máximo total. En suelo urbano consolidado se prevén hasta 193 y en urbano no consolidado, hasta 22.

En cuanto a zonas verdes, el PXOM prevé más de 90.000 metros cuadrados de nuevas superficies y reserva suelo para crear parques en Orto, San Tirso o San Marcos, entre otros. Para equipamientos, un total de 115.000 metros cuadrados se proyectan como destino de nuevas dotaciones. El parque multiaventura de Beche, un centro de interpretación del Castro de Vilamarín, un centro cultural y reservas de suelo en diferentes puntos para futuras actuaciones componen este ámbito. Además, el plan xeral prevé un polígono ecoagrario en Beldoña.

Suscríbete para seguir leyendo