Los responsables de La Terraza de Sada amenazan con llevársela a otro municipio tras fijar fecha Costas para la reversión

“La Terraza busca ubicación. Sada, Betanzos, Ourense, San Sebastián.... Es un monumento en cualquier sitio. Podría volver a A Coruña en caso extremo. Desde ya estamos escuchando propuestas”. Lo dice Antonio Fariña, nieto de José Fariña, el hostelero que se puso al frente de este kiosco modernista que fue trasladado de los Jardines de Méndez Núñez de A Coruña al paseo marítimo de Sada hace casi un siglo y que se ha convertido en la imagen icónica de esta villa marinera.

Los responsables de La Terraza ofrecieron este viernes una rueda de prensa para instar a la población a “movilizarse” ante lo que consideran un atropello, en referencia a la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de proceder el próximo 17 de enero a la reversión de la concesión para la ocupación de terrenos de dominio público marítimo terrestre que ocupa La Terraza tras denegar la Demarcación de Costas de forma definitiva la prórroga solicitada por los gestores.

La decisión estatal, recurrida por los gestores, trasciende tras una resolución de la Audiencia Nacional que rechaza la suspensión cautelar de la reversión de La Terraza al Estado mediante un auto que también ha sido recurrido por los concesionarios. Ellos, dicen, son los propietarios legítimos de este Bien de Interés Cultural que, recuerdan, fue trasladado a Sada por su tío abuelo, Manuel Zapata en colaboración con Hipólito Suárez, y adquirido en 1943 por su abuelo, José Fariña: “Es propiedad de la familia Fariña y es desmontable, se pueden ver los tornillos en las columnas”, apunta Antonio Fariña, que estuvo arropado por la asociación Amisada.

La Audiencia Nacional rechaza suspender que La Terraza de Sada revierta en el Estado

Los responsables de este negocio hostelero discrepan del Estado, que  sostiene que La Terraza ha pasado a ser un bien de titularidad estatal tras la extinción de la concesión y que se mantendrá en la misma ubicación por su valor patrimonial. Antonio Fariña defiende en cambio, que la reversión afecta únicamente a los terrenos y a los elementos fijos, como el semisótano o la cocina, no al edificio, que, recalca, es propiedad de “la familia Fariña”.

Antonio Fariña y su hermano consideran “denigrante” el trato dispensado por las administraciones, especialmente por el Concello de Sada. Defienden que este monumento sigue “vivo” gracias a su gestión durante todos estos años y cargan contra el Ayuntamiento por maniobrar para tumbar la prórroga de la concesión al alegar de forma extemporánea, cuando esta ya había sido informada favorablemente por Costas, la Abogacía del Estado o la Dirección Xeral de Patrimonio.

La familia Fariña acusa al Ayuntamiento de incumplir los deberes vinculados a la declaración de BIC de La Terraza, como el cambio del plan general para incluir los usos hosteleros a los socioculturales previstos, o la adopción de medidas para reducir el tráfico rodado en el entorno del monumento. Afirman que el Concello no solo no cumplió su parte, sino que puso en riesgo su conservación al celebrar conciertos en las inmediaciones que provocaron daños en el edificio por las vibraciones.

Los concesionarios han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para “parar la demolición de La Terraza” en base a a una alusión al derribo que recoge el auto de la Audiencia Nacional, aunque el propio auto matiza que este kiosco modernista se conservará por su valor patrimonial. Los Fariña admiten que el BIC impediría la demolición , “pero las palabras del auto están ahí, a alguien se le puede ir la olla y decir que se derribe”, arguye Antonio.

Los responsables de La Terraza instan a todas las administraciones a negociar con ellos un acuerdo que garantice el mantenimiento de este superviviente, prácticamente único, de los pabellones modernistas. Y avanzan que no se plantean aceptar una compensación económica a cambio de renunciar a La Terraza: “No buscamos una indemnización, sería muy difícil. ¿Quién va a valorar La Terraza? Hoy el valor es totalmente distinto, es un monumento nacional”, defiende Antonio Fariña.

La familia ha informado ya de la situación a la Dirección Xeral de Patrimonio y le ha avanzado su intención de desmontar este monumento y llevárselo a otra ubicación en caso de no alcanzar un acuerdo. La Consellería de Cultura evitó aclarar si autorizaría el traslado de este BIC: “Es un asunto complejo, que implica a varias administraciones y a los propios titulares del edificio, por lo que es necesario analizar la situación en profundidad”, se limitó a responder ayer a este diario.

El Concello de Sada ha defendido hasta ahora que La Terraza ha revertido al Estado tras la extinción de la concesión y ha reclamado su cesión para rehabilitarla vía convenio a tres bandas con Xunta y Estado. Tras el sorpresivo cambio de Gobierno local con la moción de censura impulsada por Alternativa dos Veciños, PSOE y PP, que desbancó a Benito Portela, la postura podría cambiar, dado que estos partidos, especialmente los dos últimos, han discrepado de la postura de Sadamaioría y BNG.

La alcaldesa, María Nogareda, se limitó ayer a decir que “todo lo que se haya establecido legalmente es la tónica a seguir” y avanzó su intención de repasar el expediente.

Los dos representantes de Amisada instan a las administraciones a sentarse y “negociar una solución con los propietarios” , inciden que La Terraza siempre fue un “polo cultural” y cuestionan, al igual, que los Fariña, las supuestas razones de interés público para recuperar ya los terrenos de dominio público. “Quién va a cuidar de La Terraza a partir del 17 de enero? Xunta y Estado no quieren poner ni un duro. ¿La va a mantener el Concello? ¿Vamos a dejar que se caiga La Terraza?”, pregunta Fariña.

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