Cierre del Carlos Maside: la Xunta evita tomar medidas e insta a Sada y Sargadelos a “acercar posturas"

El grupo empresarial acusa al Ayuntamiento de poner “palos en las ruedas” y anuncia que llevará su nueva división a O Cervo | Portela niega impedimentos y replica: “la ley es igual para todos”

Complejo de Cerámicas O Castro, con el museo en primer término.

Complejo de Cerámicas O Castro, con el museo en primer término. / Antares Pérez

El Museo Carlos Maside vuelve a bajar la verja. No han pasado ni dos meses de la esperada reapertura del edificio diseñado por Isaac Díaz Pardo, Luís Seoane y Andrés Fernández-Albalat para divulgar la obra de los artistas gallegos silenciados por la dictadura y el exilio y la oscuridad vuelve a cernirse sobre este fondo de 1.517 obras.

La petición del Concello de Sada de extender la declaración de Bien de Interés Cultural a todo el complejo de Cerámicas do Castro ha recibido esta airada respuesta del grupo empresarial, que acusa al Ayuntamiento sadense de “poner palos en las ruedas” a su actividad. El Concello lo niega y la Xunta, que ostenta las competencias en Patrimonio, evita pronunciarse.

En respuesta a la pregunta de si adoptará alguna medida para garantizar la reapertura de este museo, la Consellería de Cultura se limita a hacer un llamamiento al “diálogo”. “Desde la Xunta invitamos al diálogo a todas las partes implicadas para conseguir lo mejor para el Museo Sargadelos-Carlos Maside. Con el esfuerzo de muchas personas se han dado grandes pasos en los últimos meses y así debería seguir. En la Xunta siempre fuimos parte de la solución [...] y confiamos en que los responsables del Museo y el Concello de Sada sean quien de acercar posturas”, replica Cultura, que destaca su apoyo económico y técnico a un “proyecto tan relevante para la cultura gallega” y que en días pasados se pronunció en contra de ampliar el BIC a la fábrica.

A consulta de este diario, el administrador único de Sargadelos, Segismundo García, acusa al Concello de mantener una actitud hostil hacia la empresa, de poner “palos en las ruedas”, de ejercer un exceso de celo e, incluso, de extralimitarse en sus controles e inspecciones. Pone como ejemplo las dificultades que se encontró para construir una rotonda a la entrada del complejo. Admite que la declaración BIC no supuso un cortapisas a la actividad de Sargadelos en O Cervo, pero defiende que en esta localidad la disposición del Concello hacia la actividad de la fábrica es totalmente distinta a la de Sada. Precisamente por eso, anuncia, ha decidido anular las inversiones programadas en O Castro y llevárselas a O Cervo, en concreto la nueva división de la empresa, Porcelanas Industriales Sargadelos. Segismundo García no descarta más movimientos hacia O Cervo, aunque sean menos aconsejables desde el punto estratégico y logístico, si persisten los “palos en las ruedas”.

Sobre el futuro del Museo Carlos Maside, declarado provisionalmente BIC el pasado agosto, subraya que es “privado” aunque se muestra dispuesto a abrirlo “los días y horarios que la Xunta disponga y si hay personal para su atención” (los BIC deben abrir al público al menos cuatro días al mes).

Preguntado por este periódico, el alcalde de Sada, Benito Portela, niega que el Concello ponga impedimentos a la actividad de la empresa. Subraya que fue su gobierno el que modificó el plan general para garantizar la actividad productiva del complejo con la clasificación del suelo como urbano de uso industrial. “La ley hay que aplicarla, independientemente del dinero que tengas, es igual para todos”, replica preguntado por ese exceso de rigor o incluso una extralimitación en los controles que critica el responsable de Sargadelos.

El regidor defiende que la petición de declarar BIC todo el ámbito de Cerámicas de O Castro se aprobó por unanimidad en años pasados por el pleno y solo pretende velar por la conservación íntegra de este proyecto pionero a caballo entre el arte y la industria. Subraya que la fábrica de Sargadelos en O Cervo fue declarada BIC sin que esta distinción obstaculizase la actividad de la factoría.

Suscríbete para seguir leyendo