Vecinos del área de Curtis convierten el rural en oportunidad de inserción social y laboral

La ONG Asociación Raíña Paraíso reúne a residentes en varios concellos de la montaña que promueven la dinamización del rural con agricultura ecológica y acciones solidarias

Algunos de los integrantes de Raíña Paraíso, el pasado enero, cuando abrieron un puesto en el mercado de abastos de Santiago. |  // L.O.

Algunos de los integrantes de Raíña Paraíso, el pasado enero, cuando abrieron un puesto en el mercado de abastos de Santiago. | // L.O. / M. Villar

La solidaridad y la implicación de la sociedad civil consigue, a base de esfuerzo e ilusión, convertir las utopías en realidades. Así ha sucedido en la comarca de la alta montaña, con residentes de los municipios de Curtis, Vilasantar, Mesía y Sobrado, entre otros, que se unieron para crear la Asociación Raíña Paraíso, una entidad sin ánimo de lucro que persigue darle vida al rural y generar oportunidades de empleo en él, fundamentalmente para los colectivos más vulnerables, con más dificultades de inserción laboral y social. Este trabajo acaba de ser reconocido por la entidad cultural Proxecto Máscaras con uno de sus galardones de los VII Premios Ás Boas Prácticas Cidadás, que se entregarán mañana, jueves, a las 19.00 horas en la sede de la ONCE en A Coruña.

“Se trata de un reconocimiento a un proyecto que nació para dinamizar el rural, en una zona de interior como la de Curtis, y darle la oportunidad de un trabajo digno a personas con especiales dificultades”, subrayó ayer Ángel Meijide, uno de los fundadores de la asociación y que recogerá el galardón en nombre de la entidad.

Meijide destacó que esta iniciativa (con unos ochenta socios) surgió en 2010, aunque formalmente comenzó en 2015 con el impulso de un sacerdote, el cura de Cabrui (Curtis), Víctor Blanco, “que tiene una vocación social que nos inculcó”.

“Primero compramos una casa en ruinas con una cuadra de ovejas y la fuimos rehabilitando poco a poco, trabajando todos. Empezó siendo una casa de oración y venía mucha gente que destacaba la necesidad de hacer algo por los demás y al mismo tiempo desde el rural y decidimos crear una ONG ligada a la agricultura ecológica. Los vecinos nos dejan sus fincas para cultivar, ya tenemos unas catorce hectáreas. También solicitamos la Escola de Agricultura Ecolóxica de Vilasantar y nos la concedieron”, explicó ayer el sacerdote Víctor Blanco.

Con trabajo, esfuerzo, y solicitando subvenciones para poder sufragar esta iniciativa social, Raíña Paraíso avanza en sus objetivos. El año pasado fundaron una empresa de inserción laboral, Raíña Primicias, que comercializa productos en un puesto en la plaza de Abastos de Santiago y da trabajo a una veintena de personas.

La dimensión de este proyecto solidario también incluye otras actividades como el acompañamiento a personas que viven solas. “Los jueves vamos a buscarlos a sus casas y comemos con ellos y hablamos”, añadió Víctor Blanco.

Gran parte de la producción ecológica de huerta va a comedores escolares, dentro del proyecto de la Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo. “Así aportamos también a la sociedad, a los más jóvenes, con una alimentación sana”, subrayó Ángel Meijide, que destacó además que ahora la asociación también abrió un obrador de “pastelería vegetal”, con productos sin gluten, sin azúcar y sin lactosa, que da empleo a una docena de personas.

Visitas de escolares, impartición de cursos de agricultura y jardinería en la cárcel de Teixeiro, rutas teatralizadas (en la última participaron 600 personas) o campamentos de verano, son otras de las actividades que se organizan en esta zona rural. “También tenemos a personas en acogida en un albergue”, destacó el párroco. Cursos de apicultura y de albañilería, jornadas de alimentación sana o incluso preparación para el título de la ESO, son otras de las iniciativas que convierten a Raíña Paraíso en un proyecto que ayuda a construir una sociedad mejor.

Suscríbete para seguir leyendo