La Xunta avala la modificación del proyecto de derribo de El Náutico de Sada para conservar el sótano

La Dirección Xeral de Urbanismo valida el cambio y respalda la demolición de esta cafetería, que ve “acorde” cono los objetivos de la ley de “eliminar edificaciones del paisaje litoral”

Obras de derribo de El Náutico de Sada. |   // CARLOS PARDELLAS

Obras de derribo de El Náutico de Sada. | // CARLOS PARDELLAS / Antares Pérez

Carpetazo definitivo a la demolición del restaurante El Náutico de Sada. La Consellería de Medio Ambiente ha emitido un informe que disipa las dudas sobre la legalidad del proyecto modificado para conservar los sótanos que aprobó el Gobierno de Benito Portela en 2021, ya iniciados los trabajos.

El organismo autonómico avala el cambio y el mantenimiento de la estructura bajo rasante para “evitar desestabilizar el terreno”. No solo eso, la Dirección Xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo respalda la demolición de esta cafetería, que considera acorde con los objetivos de la ley de costas de “limitar y en su caso eliminar las edificaciones del paisaje litoral”.

La ausencia de la autorización a la modificación del proyecto fue denunciada reiteradamente en el pasado mandato por el PP, formación contraria a la demolición de El Náutico, a la que se opuso con varios recursos.

La autorización de la Xunta al proyecto modificado de derribo de El Náutico en la zona de servidumbre de protección del dominio público marítimo terrestre — fechada el 30 de abril y que no había trascendido hasta ahora— salió precisamente a relucir en el último pleno ordinario, en el debate de un modificativo de crédito que incluía, entre otras facturas, una de alrededor de 6.000 euros para abonar los gastos en los que había incurrido la empresa adjudicataria por la paralización temporal de las obras de derribo.

La autorización de la Xunta fue solicitada en diciembre de 2022, durante el mandato de María Nogareda, un año después de que finalizasen los trabajos. Curiosamente, el permiso entró por registro el 2 de junio, en los últimos días de su gobierno, pero a la vista de su intervención en la última sesión ordinaria, no tuvo conocimiento del mismo.

La ya exregidora preguntó en el pleno si ya se había recibido la autorización que, subrayó, era “prescriptiva y pertinente”. Portela se limitó a decir que creía que sí, sin confirmarlo, lo que llevó a Nogareda a reclamar que se retirase la factura hasta confirmar este extremo. Sadamaioría, que gobierna en minoría, accedió a la petición, aunque advirtió de que el modificativo de crédito solo reserva los fondos y que las facturas deben ser conformadas antes de proceder al pago. El regidor recordó además que los trabajos que se proponía pagar habían sido efectivamente realizados y que no hacerlo supondría un enriquecimiento injusto de la Administración. Salvo sorpresa, el dictamen de la Xunta allana definitivamente el camino para liquidar esta obra y cerrar el controvertido capítulo de El Náutico.

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