El magosto “celta” que une Arteixo con El Bierzo

El Concello ha organizado en colaboración con los vecinos del municipio balboano una fiesta popular con castañas y música folk

Adrián G. Seoane

Adrián G. Seoane

Los Concellos de Arteixo y de Balboa, en el Bierzo leonés, unen fuerzas una vez más para celebrar un magosto que ya se está convirtiendo en tradición en el municipio. La colaboración entre los dos Ayuntamientos comenzó hace unos años gracias a la música, y es que, tal y como afirma el dicho popular, esta es capaz de unir a las personas y traspasar fronteras, aunque sean las que separan a una comunidad autónoma de otra.

La concejala de Contratación, Patrimonio, Turismo y Nuevas Tecnologías de Arteixo, Patricia Amado, explica cómo se conocieron uno y otro municipio: “En Balboa había un festival, el de Pumarín, al que fui como invitada. Luego ellos vinieron al que organizamos nosotros en Sisalde”. Además de esto, en Balboa —un municipio de poco más de 200 habitantes— se suele celebrar un magosto “celta” durante la primera semana de noviembre. “Intentamos trasladar lo mismo a Arteixo y hacer el magosto de la misma manera en que lo celebran ellos. De ahí surge el hermanamiento entre Balboa y Arteixo”, relata Amado, para quien las castañas leonesas son “muy sabrosas”, a pesar de su “pequeño tamaño” en comparación con las gallegas.

ARTEIXO .MAGOSTO EN LA PLAZA DEL BALNEARIO

Reparto de castañas entre los asistentes / Carlos Pardellas

La celebración se desarrolló entre las 17.00 y las 19.00 horas de ayer y, aunque el mal tiempo y la lluvia impidieron que la asistencia fuera la esperada —fuentes del Concello apuntan a que en años anteriores llegaron a reunirse hasta mil personas venidas de distintos puntos de la comarca— el tambor para asar castañas no dejó de trabajar en toda la tarde. Además del producto estrella del otoño, también hubo música tradicional de la mano del grupo vigués Pelepau, que amenizó una jornada pasada por agua.

Al rescate de una tradición

El alcalde de Balboa, el también popular Juan José López Peña, señala que en Arteixo “se había perdido un poco la tradición de los magostos”. “Decidimos venir nosotros hasta aquí para mostrar las castañas de la zona del Bierzo, para que la gente pudiera probarlas”. El alcalde balboano expone el procedimiento para preparar este alimento que en su día fue tildado de “pan de los pobres” por su notoriedad entre las clases populares y que actualmente es uno de los más demandados debido a sus múltiples propiedades nutritivas: “Las colocamos en un tambor que puede contener hasta 40 kilos de castañas, que se asan directamente en un fuego alimentado con leña, y luego las repartimos entre la gente”.

La actividad dejó de celebrarse cuando estalló la pandemia, por lo que esta es la primera edición desde el fin del estado de emergencia declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Retomamos la actividad porque siempre nos pareció muy atractiva y una oportunidad para compartir entre los dos pueblos”, incide López Peña. Según Amado, el evento no solo tiene éxito entre los gallegos, ya que hasta Arteixo se acercan “a saludar” varios vecinos del Bierzo residentes en A Coruña.

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