Betanzos recurre a especialistas para testear el casco histórico ante las quejas por termitas

El PP denuncia la existencia de más de 60 casos en el casco histórico: “Es un problema grave, esos bichos acaban con todo” | El Concello encuestará a los vecinos para localizar los focos

Una vivienda del casco histórico afectada por las termitas. |   // LA OPINIÓN

Una vivienda del casco histórico afectada por las termitas. | // LA OPINIÓN / Antares Pérez

Dos años después de las primeras quejas vecinales por la presencia de termitas en varias viviendas del casco histórico de Betanzos, el Concello mueve ficha para testear el auténtico alcance de esta plaga. Al hilo de una moción del PP en el último pleno ordinario para exigir medidas ante un “grave problema que debe ser atajado lo antes posible”, el Gobierno local explicó que trabaja desde hace meses con especialistas para intentar localizar los termiteros y que, con ese objetivo, enviará en las próximas semanas encuestas de autodiagnóstico a los residentes en la zona monumental.

“Esperamos que los vecinos cooperen y estas encuestas sirvan para hacer un primer diagnóstico, ver si el casco histórico está invadido o no por termitas y actuar en consecuencia”, apuntó el concejal de Medio Ambiente, Obras Públicas e Servizos, Andrés Hermida, que trasladó la preocupación del Gobierno local ante un problema que podría ocasionar graves problemas en la zona monumental, donde la mayor parte de las viviendas tienen en la madera uno de sus elementos básicos.

El edil hizo con todo una llamada a la tranquilidad y apuntó que las primeras inspecciones de los especialistas descartan una “invasión” del voraz insecto. El PP, por el contrario, afirmó en el pleno que tenían localizados más de sesenta casos. “Es un problema grave, esos bichos acaban con todo y acaban cayendo las casas”, alertó su portavoz, Cecilia Vázquez.

El pleno acordó con sus votos y los del PSOE y la abstención del BNG encargar de inmediato a una empresa especializada la inspección de patologías de origen biótico en las estructuras de madera públicas de la zona vieja (algo que según el Ejecutivo municipal, ya se hace), facilitar a los residentes la revisión de sus viviendas y llevar a cabo las medidas de tratamiento que correspondan.

Los nacionalistas expresaron su preocupación por este asunto, pero cuestionaron el encaje legal de actuar en viviendas privadas. Su portavoz, Amelia Sánchez, propuso sacar una línea de ayudas para el tratamiento de esta plaga, una posibilidad que el Ejecutivo municipal se mostró dispuesto a estudiar.

El Gobierno local subrayó que se trata de un “proceso lento y complejo” que precisará de la cooperación de los propietarios de las viviendas afectadas. Andrés Hermida recalcó que no se trata tanto de combatir las termitas como de localizar los termiteros y eliminarlos, la única forma realmente efectiva de frenar su expansión.

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