Cole Brauer inspira a niños oleirenses

La regatista responde a alumnos del Parga Pondal en una visita junto a ‘Chuny’ Bermúdez

Alumnos del colegio Parta Pondal de Santa Cruz, tras la charla de Brauer.

Alumnos del colegio Parta Pondal de Santa Cruz, tras la charla de Brauer. / L. O.

Si había tiburones, cuáles fueron los momentos más difíciles, si hay mucha contaminación en los océanos o si tuvo miedo. Alumnos 1º, 3º y 6º de Primaria del colegio Isidro Parga Pondal de Santa Cruz, en el concello de Oleiros, se animaron a plantear numerosas dudas y curiosidades a Cole Brauer sobre su vuelta al mundo a vela en solitario en la visita que la deportista realizó al centro, iniciativa del velerista coruñés Roberto Bermúdez de Castro Chuny.

Cole Brauer inspira a niños oleirenses

De izquieda a derecha, la madre de Brauer, Bermúdez de Castro, Brauer y la intérprete, en el Parga Pondal. / L. O.

Sí, hay tiburones, pero no actúan como en las películas sino que pasan de largo y no atacan. Sí disfrutó de la presencia de ballenas y delfines, explicó Brauer a los niños a través de una joven que estudia español en el colegio, que ejerció de intérprete para traducir de inglés a español, con apoyo de Bermúdez de Castro y en presencia de la madre de la chica. Era el regatista quien había concertado la visita al colegio, pero horas antes planteó acudir con Brauer y la idea fue recibida con entusiasmo, así que el coruñés cedió el protagonismo a la estadounidense, cuentan desde el centro.

Cole Brauer inspira a niños oleirenses

Dibujo de alumnos del Parga Pondal dedicado y firmado por Bermúdez de Castro y Brauer. / L. O.

Lo más difícil, contó la estadounidense, fue la distancia y falta de contacto físico con sus seres queridos, aunque se comunicaba con ellos a diario; y el paso por el punto Nemo, el lugar de la Tierra más alejado de costa, tramo de su recorrido en el que se sintió más desprotegida y sola, acompañada únicamente por la luna, relató. Pasó miedo, confesó, pero aseguró que todo se supera, como las caídas en las que temió haberse dañado las costillas o la deshidratación que la obligó a inyectarse suero. La salida del sol, por el contrario, era su momento favorito de la jornada.

Si Brauer, que completó su hazaña con la llegada al puerto de A Coruña el 7 de marzo, víspera del Día Internacional de la Mujer, ya se ha convertido en un ejemplo para muchas mujeres, su madre recibió también en el colegio oleirense el reconocimiento por haber contribuido a criar a una hija dispuesta romper techos. Y Brauer siguió la cadena y el ejemplo y animó a los chicos a perseguir sus sueños.

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