Porto-Muíños solicita ampliar la concesión para el cultivo experimental de algas en Sada

La empresa presenta un proyecto a la Xunta para su evaluación ambiental | Pretende avanzar en la producción de dos especies autóctonas y en el engorde de erizos de mar

Tanques de Algafrés, vinculada a Porto-Muíños, en sus instalaciones de Sada. |   // VÍCTOR ECHAVE

Tanques de Algafrés, vinculada a Porto-Muíños, en sus instalaciones de Sada. | // VÍCTOR ECHAVE / Antares Pérez

Porto-Muíños, una empresa dedicada a la recolección, cultivo, procesado y elaboración de productos con algas marinas, ha solicitado autorización a las consellerías de Mar y Medio Ambiente para una nueva concesión experimental en Sada dedicada al cultivo de algas y engorde de erizo de mar.

La compañía, vinculada con la sociedad Algafrés y que comenzó a experimentar en 2009 con la producción de especies autóctonas como Saccharina latissima, Codium tomentosum, Codium vermilara o Gracilaria bursa-pastoris apela en su proyecto a la consolidación del mercado de algas y a los buenos resultados de las experiencias realizadas hasta la fecha, que “dan ciertas garantías de que se podría escalar en el proceso para asegurar la sostenibilidad económica de esta iniciativa”.

Porto-Muíños tiene actualmente una concesión experimental en Sada para el cultivo outdoor de macroalgas marítimas autóctonas (cuadrícula 25 del polígono 2) y ha solicitado ahora autorización para gestionar una nueva que comprende dos cuadrículas  (25 y 26 del polígono 2) para ensayar con el cultivo de las especies Saccharina latissima (kombu de azúcar) y Gracilaria bursa-pastoris (carnosa) en una estructura flotante denominada long-line y utilizar esta instalación para el engorde de juveniles de erizo de mar de la especie Paracentrotus lividus.

La firma destaca que las dos especies de algas son autóctonas y una de ellas, kombu de azúcar, está protegida por estar al límite de su producción. La empresa incide en la importancia de avanzar en el conocimiento y el desarrollo de este tipo de cultivos experimentales que permitirán en un futuro abastecerse de algas recolectadas sin extraerlas del medio natural.

En su proyecto, a exposición pública para su evaluación ambiental, Porto-Muíños apela también a los beneficios para el entorno de esta actividad. Destaca que en la zona en la que se propone escalar los cultivos de algas sólo se cultivan mejillones y que las algas absorberán del agua los nutrientes en exceso que estos generan.

La empresa detalla en su memoria los objetivos que se marca en los próximos cinco años. Tras esta nueva experiencia aguarda obtener la “máxima rentabilidad” de las dos especies de algas marinas ensayadas y “contribuir a la reducción de la presión sobre los ecosistemas marinos”.

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