Fragas do Eume es uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa. Cuenta con una extensión de 9.000 hectáreas de extensión y en ella viven menos de 500 personas, lo que da una idea del estado virgen de estos exuberantes bosques que siguen el curso del río Eume, según asegura la Xunta de Galicia.

El parque tiene la forma de un triángulo cuyos vértices y fronteras serían As Pontes, Pontedeume y Monfero. Fue declarado Parque Natural el 12 de agosto de 1997.

Fragas do Eume: cinco lugares para conocer el parque L.O.

Patrimonio Natural de la Xunta recomienda los siguientes planes para el parque:

  1. El río Eume labra en su curso final un gran cañón envuelto en brumas que guarda un extraordinario tesoro botánico. Escucha el silencio y los sonidos de los pequeños habitantes de estos bosques mágicos.
  2. Reconocer alguna de las 28 especies de helechos que persisten desde el período geológico Terciario (después de que los últimos dinosaurios se extinguiesen) escondidas bajo la sombra de robles, castaños, abedules y alisos.
  3. Identificar, si tienes suerte, alguna de las más de cien especies de aves y cuarenta de mamíferos conviven con peces como la trucha o el reo, o especies endémicas de invertebrados y reptiles difíciles de encontrar en otros lugares, como la rana ibérica o la salamandra rabilarga.
  4. La huella humana en el parque presente en restos prehistóricos, en los monumentos de la época medieval (monasterios de Caaveiro y Monfero) o en elementos etnográficos como las “curripas” que atestiguan el uso y aprovechamiento de estos montes hasta el s.XX.
  5. Las vistas desde el monasterio de Caaveiro, insignia de las Fragas do Eume situado en el mismo corazón del Parque, y desde los cinco miradores (Teixido, Monte Pendella, Caaveiro, Pena Cavada y Mirador da Carboeira) habilitados en todas las estaciones del año. Una mismo paisaje, cuatro paletas de colores diferentes.