A las críticas al plan del pulpo desde las cofradías, se suman las de la flota de artesanal agrupada en la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega). Ayer cuestionó algunas medidas del plan por "inusuales, peligrosas y no acordes ni proporcionadas respecto a la evolución de la pesquería". Además, anuncia una denuncia ante la Comisión Europea por "falta de diálogo y sistema de cogestión" y por "atentar contra medidas de seguridad básicas en la flota de artes menores de Galicia".

Luis Rodríguez, presidente de Asoar, precisó que entre sus quejas sobre la inseguridad está que se establecen los "horarios de actividad en función de la salida y llegada a puerto", en lugar de referirse a la entrada y salida del caladero, "como era hasta ahora". "Eso va a obligar al sector a trabajar en unas condiciones de prisas cuando haya algún retraso en la actividad para evitar una sanción que no son aceptables para este medio", denuncia. Otras cuestiones criticadas se refieren al porcentaje de especies asociadas, de la que ahora se permitirá solo un 10%, o los precintos exigidos para las nasas, "ya que muchas se pierden en el mar" y les obligarán a esperar.

Asoar también entiende que aunque la situación del pulpo no es la óptima "no se puede decir que estemos en una situación de emergencia" que justifique unas medidas "como las propuestas". Reclama una gestión basada en criterios científicos y que no se achaque ni "criminalice" al sector por el estado de la pesquería.