El secretario general de Pesca, Andrés Hermida, destacó ayer la "dificultad" de modificar el sistema de estabilidad relativa, que establece la distribución de cuotas pesqueras en la UE, y abogó por trabajar con la "posibilidad" de redistribuir los cupos mediante intercambios entre países, como se hacía hasta ahora. Hermida, que llegó a asegurar que la estabilidad relativa fue la "base" de la entrada de España en la UE, desacredita así la posición de la Xunta y la flota gallega, que decidieron recientemente emprender acciones legales contra esta distribución, aunque por caminos separados. "Si en ese momento se negoció mal, es muy complicado cambiarlo ahora", sentenció el responsable de Pesca.

Hermida realizó estas declaraciones durante un acto de conmemoración de dos buques oceanográficos celebrado en Vigo. Mientras, en Santiago, representantes de la flota y la Xunta se reunieron en el marco de unas jornadas para analizar la situación y el futuro del sector. El director del Instituto Universitario de Estudios Europeos Salvador de Madariaga (IUEE), José Manuel Sobrino Heredia, explicó durante su intervención que una acción legal iniciada por Galicia o por el sector en solitario cuenta con menos posibilidades de ser admitida a trámite por los tribunales europeos de las que tendría si se tratase de un recurso interpuesto por uno de los estados miembros.

El director del IUEE, que se encarga de analizar para la Xunta la mejor fórmula para cualquier acción ante los juzgados de la UE, explicó también que lo ideal para que este recurso pueda suponer un aumento de cuotas sería argumentar "a favor" del principio de estabilidad relativa, porque reconoce unas posibilidades de pesca para España que no van a poder ejercerse debido a la prohibición de los descartes. Sobrino indicó que cuando la flota agote sus cupos por las capturas que tenga que desembarcar obligatoriamente y se cierren las pesquerías, España podrá recurrir a la estabilidad relativa para reclamar las posibilidades que le pertenecen y que tuvo que emplear para no descartar pescado.

Mientras, el secretario general de Pesca también criticó el reciente informe de la Comisión Europea sobre la prohibición de cercenar a bordo las aletas de los tiburones para evitar el finning -tirar el resto del escualo al mar-. Aunque el documento sí reconoce que la flota española no realizaba esta práctica y que el veto ocasionó importantes pérdidas económicas a la flota, Bruselas se mantuvo firme en su decisión, por lo que Hermida calificó el estudio comunitario de "pobre" y "débil".

El titular de Pesca instó además a las navieras a "recapacitar" sobre su negativa, derivada de presiones de grupos ecologistas, a transportar esta especie. El secretario general aseguró que el Gobierno ya contactó con estas empresas de transporte marítimo y la CE para explicar que el "99%" del los tiburones que captura la flota comunitaria son especies con poblaciones que están en unas buenas condiciones.

Hermida abogó, en este sentido, por aplicar en la UE el sistema de Nueva Zelanda, donde segmentos concretos de la flota sí pueden cortar aletas de tiburón. "Tenemos que buscar una fórmula para que no se penalice a aquellos que hacen las cosas bien, como España y Portugal", añadió.