El pulpo gallego continúa en su espiral de subidas de precios. Un mes después del inicio de la campaña, el cefalópodo cotiza en las lonjas de la comunidad por encima de la barrera psicológica de los dos dígitos. El pulpo, tras doblar su precio en solo cuatro años, ya se comercializa a 10,6 euros en los centros de primera venta gallegos, el precio más alto de toda su historia, según las estadísticas de la Plataforma Tecnolóxica de Pesca, dependiente de la Consellería do Mar.

Los elevados precios de esta especie permiten mantener a flote los ingresos de los barcos gallegos, que encadenan ya dos años consecutivos lidiando con descensos en las capturas de pulpo. La flota reconoce, tras un buen arranque de campaña, que el ritmo de capturas cayó de manera progresiva hasta situar la cifra total de descargas en el primer mes después del levantamiento de la veda en las 244,9 toneladas. La cifra es un 8% inferior a la contabilizada durante el mismo mes del año anterior y un tercio inferior a la registrada en 2016.

Este descenso en las capturas del recurso no supone, sin embargo, un freno para los ingresos de la flota, que repuntan un 22,1% respecto al mismo periodo del año anterior, tras recaudar 2,6 millones de euros solo con esta especie. "Las capturas están siendo algo menores que el año anterior, pero se está compensando con los precios", subraya el presidente de la Federación Gallega de Cofradías de Pescadores, Tomás Fajardo. Encaramado ya por encima de los diez euros el kilo, el pulpo ya cotiza, de media, un 33% más caro que en estas mismas alturas del año pasado -por aquel entonces se intercambiaba a unos ocho euros el kilo- y el doble que los 5,2 euros del año 2014.

Mercados

La dinámica de subidas de precios se explica, fundamentalmente, por dos factores. Por un lado está la menor disponibilidad del recurso ante una oferta que se sitúa ligeramente por debajo de la de años anteriores. Pero el motivo que, según la flota, mejor explica el alza de precios es el fuerte repunte de la demanda después de dispararse su consumo fuera de nuestras fronteras.

"El pulpo gallego está en auge", resume el patrón mayor de la cofradía de pescadores de Bueu, José Manuel Rosas, que pone el foco en la irrupción del preciado cefalópodo en mercados hasta ahora inexplorados. "Hasta hace unos años solo había algo de demanda procedente de Japón, pero en estos últimos años están empezando con fuerza en China y Estados Unidos sobre todo", argumenta José Manuel Rosas.

La escalada de los precios que sufre el pulpo no ahuyenta a los consumidores del resto del mundo, que redoblan el ritmo de sus compras. Este apetito comprador que llega procedente del mercado exterior se materializa en que solo entre enero y mayo (el último dato contabilizado por el Instituto Español de Comercio Exterior) Galicia exportó 384 toneladas de pulpo fresco. La cifra se multiplica por cinco en apenas dos años, lo que eleva los ingresos obtenidos por las ventas al exterior de este recurso hasta los 3,62 millones de euros, el registro más elevado de toda la historia.

Cuota diaria

La flota gallega cuenta, después del levantamiento de la veda el pasado 2 de julio, con la autorización para capturar 30 kilos del cefalópodo en cada jornada, a los que se suman 30 kilos por cada tripulante a bordo, siempre y cuando la cifra total no exceda los 210 kilos. A partir del mes de septiembre, la cifra se eleva hasta los 50 kilos por barco y tripulante, pudiendo alcanzar la cifra total un máximo de 350 kilogramos al día. En Galicia se contabiliza un total de 1.235 embarcaciones autorizadas para el manejo de las nasas del pulpo, cuya próxima veda -que se producirá el año que viene- no tiene todavía fecha.