La lonja de A Coruña busca la mejor forma de afrontar la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea -que se producirá el 29 de marzo- sin que haya un acuerdo entre las dos partes. Para ello, los responsables del centro de subastas coruñés están en conversaciones con diferentes instituciones para saber cómo deberían actuar en caso de que se dé esa situación. "Estamos consultando con la Administración y con distintos organismos como Aduanas o Comercio Exterior para conocer cuál sería el procedimiento de entrada del pescado, ya que variaría", señala el presidente de la lonja de A Coruña, Juan Carlos Corrás.

Donde sin duda residiría el mayor golpe para el sector en caso de producirse un Brexit duro es en el apartado económico. "Sería el aspecto en el que habría un mayor perjuicio ya que al ser un tercer país habría que pagar aranceles para traer la mercancía", concreta Corrás. El dirigente de la lonja coruñesa apunta que, a pesar de los nuevos condicionantes que tendría el sector, las ventas en el centro de subastas se realizarían como hasta ahora. "Lo diferente sería el pago de las tasas y los nuevos controles que tendrían que pasarse. En la lonja no tenemos previsto hacer ningún cambio ni vender el pescado que venga de allí siguiendo otros procedimientos, salvo que nos digan que sí hay que hacerlo", manifiesta Corrás.

A pesar del impacto que supondría a todos los niveles un Brexit sin acuerdo, el también presidente de la Fundación Rendemento Económico Mínimo Sostible e Social (Fremss) sostiene que la situación no sería muy diferente a lo que pasa con otros países que no forman parte de la UE. "Tendremos que adaptarnos al sistema británico. Como el que tiene ahora es el que está homologado por la UE, la normativa europea es similar, por lo que las normas de etiquetado o tratamiento del pescado serían las mismas por ahora", indica Corrás, que añade que con el tiempo sí que es posible que cambien de forma más notable los procedimientos a seguir.

El número de controles que debería pasar el pescado se vería aumentado. Además de las habituales inspecciones sanitarias o de comprobación de calidad, se realizarían unos procedimientos estándar que en la mayor parte de los casos se desarrollarían a través de sistemas digitalizados.

La Cámara de los Comunes británica rechazó ayer el acuerdo que había alcanzado el Gobierno de Theresa May con la UE el pasado 14 de noviembre. Esta votación estaba prevista para mediados de diciembre, pero May la había cancelado para calmar las dudas que había surgido entre el sector crítico de este pacto. Ahora la premier británica tiene tres días para presentar al Parlamento una propuesta.