Mientras la familia de José Ángel Láuzara batalla para lograr los apoyos necesarios para que el ente público Portos de Galicia dé el paso necesario para la reformulación del acceso a la dársena del puerto de Malpica, nace el primer compromiso por parte de la Consellería do Mar para asumir esa reforma más que necesaria y que, desde hace años, los marineros malpicanos demandan. Una reforma que, de ser integral, modificaría absolutamente la estructura portuaria eliminando la conocida "plancha" y las grandes correntadas que mar y viento generan desde la punta del espigón al cabo para, posteriormente, afectar al portalón de la dársena en el que José Ángel, un patrón de 48 años, encontró la muerte hace poco más de un mes.

Rosa Quintana, responsable de la Consellería do Mar, ha dado un primer paso y ha establecido ese compromiso de estudiar la viabilidad de un proyecto que ponga fin a las penurias que padecen tanto en la entrada como en la salida de la dársena de abrigo y el puerto de Malpica a toda aquella embarcación que accede a esas instalaciones.

Nunca es tarde -aunque desgraciadamente lo sea para José Ángel Láuzara- para corregir aquello que está mal hecho. Por el joven patrón ya no se puede hacer nada, pero la familia de este exige que la muerte de José Ángel no sea en vano, que sea la primera y única que se registra después de tantos y tantos sustos como se han producido antes y después de las reformas registradas en la dársena malpicana.

Hay confianza en que se cumplan las promesas. Aun así, la iniciativa popular de recogida de firmas de apoyo para tales reformas se mantiene en vigor. Y se pide, de modo muy especial, a la familia marinera (cofradías de pescadores, organizaciones de mariscadores, etc.) que sean ellas las principales valedoras ante la reclamación interpuesta para que los responsables portuarios de Galicia caigan en la cuenta de que no es una queja la uso sino una reclamación justa y en toda regla.