El sector palangrero gallego tiene este año un nuevo problema que sortear: la posible inclusión del tiburón marrajo ( Isurus oxyrinchus) en el Apéndice II de la Convención Cites, lo que provocaría unas importantes trabas comerciales. La medida, propuesta por México como parte contratante de la convención, provocó que la flota se levantase en armas para defender la sostenibilidad de una pesquería que representa el 10% de sus capturas de escualos (la otra, mayoritaria, está protagonizada por la tintorera). Tras sumar a su causa a la propia FAO con un informe en el que manifestaba su disconformidad con la inclusión de la especie en ese Apéndice II, el sector ha ganado un nuevo aliado: la Secretaría de la propia Convención Cites, que en su evaluación final y recomendaciones sobre las especies propuestas por los países ha estimado que el marrajo no necesita una protección especial y que "esta propuesta sea rechazada".

La Secretaría de la Cites, dirigida por la panameña Ivonne Higuero, se encarga de coordinar el funcionamiento de la convención, cuyas principales decisiones son o no adoptadas por las partes contratantes en la conferencia. Ante las diferentes propuestas de las mismas y antes de que se celebre la reunión, la secretaría presenta su punto de vista en un informe. Sobre el marrajo dientuso la opinión es clara: no cumple con los criterios necesarios para su inclusión en el Apéndice II de la Convención. "No hay evidencia que asuma actualmente que la regulación del comercio de la especie es necesaria", resume el texto sobre la especie.

La propuesta para el marrajo (la número 42 en el informe de 150 páginas) fue iniciada por México y a ella se sumaron otros 26 países y la propia Unión Europea, con el único voto en contra de España. Según figura en el apartado, la Secretaría se puso en contacto con las organizaciones implicadas en la gestión de la pesquería, que van desde la FAO, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en sus siglas en inglés) u organizaciones regionales de pesca.

"Teniendo en cuenta los resúmenes por región, la Secretaría considera que, con la posible pero incierta excepción del Mediterráneo, la población de I surus oxyrinchus no parece haber disminuido por debajo del umbral del 30% (...) y las poblaciones del Índico y Pacífico parecen estar estables o ligeramente en aumento", estima la Secretaría.

Por otro lado, el sector palangrero también ha ganado más tiempo para defender sus argumentos, como hizo la patronal pesquera europea Europêche la semana pasada en Bruselas. Y es que los brutales ataques terroristas en Sri Lanka han provocado que la Cites decida suspender la conferencia de las partes contratantes prevista entre el 23 de mayo y el 3 de junio en la capital, Colombo. Según fuentes consultadas, la nueva fecha todavía está por establecer, pero se espera que sea entre agosto y septiembre.

Con la decisiva reunión aplazada, la esperanza del sector está ahora puesta en la Unión Europea, cuya reunión del Comité de Representantes Permanentes de los Gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea (Coreper) decidirá el próximo día 8 si finalmente está a favor o no de la propuesta de proteger comercialmente al tiburón marrajo. "Esperamos que la UE siga las recomendaciones del Cites y de la FAO", indicó ayer la patronal europea.