A partir del 27 de agosto los barcos de pabellón español no podrán capturar atún blanco del norte en aguas del Océano Atlántico (al norte del paralelo 5º Norte). La decisión, adoptada por la Secretaría General de Pesca, es consecuencia del resultado de los datos actualizados de las capturas efectuadas y teniendo en cuenta el consumo medio que indica „según el Ministerio de Pesca„ que en los próximos días se alcanzaría el 100% de la cuota de esta pesquería.

De esta manera el Ministerio de Pesca continúa el ejercicio permanente de ir, poco a poco, asfixiando al sector pesquero que, en este caso y oh, casualidad, daña especialmente a la Comunidad gallega. Porque, y aquí entramos en el matiz de la cuestión, que los boniteros españoles „curiosamente son gallegos la mayoría de los que faenan en estos momentos en aguas atlánticas„ no puedan faenar en el Atlántico, no impide hacerlo a los boniteros portugueses, franceses o irlandeses que, como siempre ocurre cuando se llega al final de la campaña, aprovechan para, sin competencia de ningún tipo, llenar unas bodegas que los barcos gallegos tienen „como casi siempre, también„ vacías.

Son exquisiteces del Ministerio de Pesca que, como se puede comprobar, defiende con autoridad el derecho de los barcos españoles a pescar en igualdad de condiciones y en aguas comunitarias a los demás barcos de la Unión Europea que pueden iniciar prácticamente cuando les place y en los mares que les conviene una campaña a la que ponen fin cuando asimismo les viene en ganas y, en muchos casos, utilizando artes de pesca prohibidos a los boniteros españoles.

Resumiendo: en el caladero nacional Cantábrico Noroeste los barcos gallegos no pueden pescar sardina, ni jurel, ni anchoa, ni caballa. Ahora tampoco pueden pescar en el Atlántico el siempre salvador bonito blanco del norte.

Tal vez el Ministerio del señor Planas nos reserve una sorpresa y permita la extracción de minchas sin traba alguna.

Mientras en años anteriores boniteros de otros Estados miembros podían utilizar redes pelágicas para capturar bonito „también prohibidas a los barcos de pabellón español„ sin que nadie lo impidiese, los buques de pabellón español, con la lección muy aprendida, ya saben que lo suyo, lo natural, es amarrar y esperar a que el óxido convierta en pura chatarra unos barcos construidos parea pescar.

Así nos va. (Y no es cuestión de qué partido gobierna en España, porque se demuestra en el día a día que, mande quien mande, nunca mandan los que pescan peces).