Habitualmente estamos acostumbrados a ver a Karlos Arguiñano como ese cocinero entrañable que ameniza nuestras mañanas antes de sentarnos a comer. Con décadas y décadas al frente del famoso 'Cocina Abierta' el chef ha conseguido ganarse el corazón y el estómago de millones de españoles con sus chistes, reflexiones y sabrosas recetas.

Aunque hemos presenciado piques como el que tuvo hace escasos días con el programa de Pablo Motos, el perfil de Arguiñano es simpático, tranquilo y poco polémico. Pero ahora, por un momento, se ha 'quitado la careta' y ha salido de esa imagen entrañable y conciliadora a la que nos tiene acostumbrados para dar su auténtica (y polémica) opinión.

El cocinero ha dado una larga entrevista al cocinero Mikel Idoate donde ha tratado varios temas: desde su presencia en la televisión hasta la cocina, pero también temas más profundos como los pequeños detalles de la vida que le mueven o su pasión por el juego de la pelota vasca.

Por ejemplo, el famoso cocinero ha mencionado las bondades de darse un capricho, en concreto, un poco de jamón del bueno. Arguiñano ha puesto en valor vivir en un país con la posibilidad de adquirir este producto sin tener que hacer una gran inversión: "100 gramos de jamón no arruinan a nadie".

Polémica opinión de Arguiñano sobre lo que ocurre en los restaurantes

Entre los temas que ha tratado, hay uno que le ha tocado especialmente la fibra: "Mi hijo Joseba hace pan. Le dije: si no vas a hacer pan bueno, no hagas pan. Haz el mejor pan porque el pan es tan importante. Tener un tenedor en la mano y un trozo de pan en la otra en la vida. Es importantísimo tener un trozo de pan aquí".

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A raíz de esta reflexión, ha valorado el "pan bueno", "no cualquier pan". Pero no ha podido contenerse y ha terminado haciendo una fuerte crítica: "De pronto veo que la gente come cualquier pan". "Hay restaurantes buenos que te ponen pan chungo. Yo digo nunca nada pero no como. Yo pan chungo no como. No me jodas es que, joder. Has ido a un restaurante a comerte un buen pescado, una buena carne, una buena sopa, un buen marmitako... Dame un buen pan. Luego me cobras 1,10 euros, ochenta céntimos o lo que quieras, pero dame un trozo de pan bueno, no como una gominola, para comprar gominolas ya voy a la tienda de chuches".

Después, ha reconocido que ha 'perdido los nervios' porque "con lo del pan tengo bronca".