Que los de Tokio son unos Juegos Olímpicos atípicos no se le escapa a nadie. Pero más allá de la falta de público o actuaciones estelares como las de Michael Phelps, Usain Bolt o Simone Biles, en la Villa Olímpica nipona faltará un elemento muy presente en las anteriores ediciones: el amor.

Tras la polémica suscitada por las "camas anti-sexo" que nacieron con la finalidad de evitar tríos entre los atletas; las acciones del Comité Olímpico Internacional contra el coronavirus sigue cobrándose algunas de las tradiciones más queridas por los deportistas.

En Seúl 1988 comenzaba una campaña de concienciación contra el VIH que perduraría hasta la actualidad. En aquellos Juegos celebrados a poco más de 1.000 kilómetros de la capital japonesa se repartieron más . Con el nuevo milenio, los 70.000 condones entregados originalmente fueron insuficientes, creciendo hasta los 100.000. Pero en Río 2016 se batieron todas las marcas

El gobierno brasileño entregó 450.000 en la Villa Olímpica dentro de una campaña de nueve millones de condones para todos los visitantes. Su finalidad era doble, ya que además de prevenir las enfermedades de transmisión sexual, fueron fabricados de forma sostenible para evitar la deforestación del Amazonas.

En esta ocasión, el comité organizador regalará "solamente" 150.000 unidades a los 11.000 deportistas presentes, aunque les pide que no los usen hasta que abandonen Japón. De esta forma, "podrán concienciar en sus países de origen".

Tinder, la red social por antonomasia

Pero si hay un medidor fiable del éxito más allá de la competición, ese está en Tinder. La aplicación de citas es la más descargada en cada edición, permitiendo a los atletas encontrar el amor dentro de la propia Villa Olímpica. Por poner en contexto: en los últimos Juegos de Invierno celebrados en 2018, el uso de la aplicación creció un 1.850%.

Sin embargo, los duros protocolos sanitarios decretados impiden que se viva este repunte y solo unos pocos valientes se atreven a abrir la aplicación. Algunos de estos perfiles están siendo recogidos por cuentas de Twitter, como ya ocurrió con @tinderrio y @sportsswipe.

En Londres 2012, Tinder y Grindr -enfocada a encuentros homosexuales- llegaron a colapsar dada la cantidad de conexiones simultáneas. Cuatro años después, frases como "Tengo tiempo libre" o "Buscando diversión en Río" marcaron los días de retiro en la ciudad brasileña después de competir.

De esta forma, los Juegos de la próxima olimpiada tendrán una nueva meta. Además de recuperar la esencia de la mayor cita a nivel mundial, París deberá ser, más que nunca, la ciudad del amor.