Liaño: "Nos hizo disfrutar del fútbol como nunca hubiésemos soñado"

Arsenio fue el padre del Súper Dépor primero y después del Euro Dépor. Pero también era como un padre para los jugadores de la plantilla. Si te ponías enfermo te decía que tomaras miel. Nos dejaba mensajes en la pizarra después de los entrenamientos para que descansáramos. Y cuando íbamos de viaje no le gustaba que nos hiciesen esperar para comer, así que era capaz de entrar él a la cocina y ponerse a servir los platos. Todo lo que hacía era encaminado a que su grupo de jugadores estuviese bien atendido.

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Tenía una forma de ser completamente diferente a cualquier otro entrenador que haya tenido. Mejores o peores, ninguna tenía esa filosofía de trato con el jugador. Que también te echaba la bronca cuando te equivocabas, cuando era necesario. Tal cual como haría un padre. En el fútbol probablemente no haya habido muchas figuras así. Por eso me molestó mucho cuando estuvo en el Madrid y los medio de allí hacían mofa de que acudía por las noches a arropar a los jugadores. Con nosotros también lo hacía. Pasaba a preocuparse por si necesitabas algo o simplemente para darte el plan del día siguiente.

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Era una persona muy cercana. Le gustaba ese rol de persona humilde y sencilla que no le gustaba el protagonismo, pero que en las distancias cortas destilaba mucha sabiduría y que se notaba que era muy leída. Supo hacer de un grupo de jugadores muy diversos un grupo homogéneo que luchó por todos los títulos. A muchos nos hizo disfrutar del fútbol como nunca hubiésemos soñado.

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Tengo gravado en mi mente el momento de su salida. En la fiesta de la Copa del Rey, en aquel baño de multitudes, aprovechó un momento para salirse por una puerta lateral. Lo eligió él así, cediendo el protagonismo. Hoy lo es, el protagonista principal, con absoluto merecimiento. Es un día triste, pero también de celebración de una larga vida.