El catedrático de Matemática Aplicada Juan Manuel Viaño (Boqueixón, 1955) es el presidente del comité de Estalmat Pi Galicia, un programa que comenzó a funcionar en 2007 con la finalidad de fomentar el talento matemático. Exdecano de la Facultad de Matemáticas (2001-2009) y exvicerrector de Profesorado, Viaño asegura que si tres de cada diez chavales captados por este programa terminan eligiendo las matemáticas como carrera se daría por satisfecho. "Además, serían estudiantes muy buenos porque son especialmente buenos en esta materia", afirma.

-¿Qué es Estalmat Pi?

-Es un programa avalado por la Academia de las Ciencias Exactas de España y que tiene como objetivo estimular el talento matemático en chicos de 12 y 13 años. Cada año seleccionamos a 25 de más de 200 que se presentan cada año a la prueba. Son 25 chicos y chicas de toda la comunidad a quienes les gustan las matemáticas y que están especialmente dotados para ellas. Lo que intentamos nosotros es cautivarlos con las matemáticas, con actividades todos los sábados.

-¿Y cuántos futuros matemáticos calcula usted que saldrán de este programa?

-Si de esos 25 chavales que entran cada año, el 30% o el 40% decide hacer la carrera ya será estupendo, porque además serán matemáticos muy buenos. Además, el programa tiene un efecto expansivo porque el hecho de que la gente muy buena entre en el programa anima a otros, que también son buenos, a presentarse.

-¿Por qué las matemáticas dan tanto miedo?

-Las matemáticas, por ser una asignatura muy abstracta, no está exenta de cierta dificultad y entrenamiento, y hay quienes tienen más facilidad como hay quienes tienen más facilidad para escribir versos. Pero la manera de enseñar tiene una gran influencia y aquí sí que hay que hacer un esfuerzo. No existe el método de enseñanza perfecto, pero a veces nos obcecamos en problemas que no tienen sentido en vez de buscar problemas más motivadores, que sean más reales. El informe PISA sitúa a nuestros alumnos por debajo de la media en las habilidades para las matemáticas y concluye que no se manejan en la resolución de contextos reales. Esto es algo en lo que fallamos y en lo que tenemos que incidir.

-¿Cómo invertir esta tendencia?

-Haciendo que los alumnos vean la utilidad de las matemáticas y que no son solo una cosa para coquitos, que los matemáticos son personas como otra cualquiera. Todos los problemas se resuelven con matemáticas. Ninguna actividad humana se puede concebir sin las matemáticas. En los últimos 300 años, estas han contribuido al desarrollo científico y tecnológico mucho más que en los 300 siglos anteriores de la humanidad.

-¿Están saliendo suficientes matemáticos?

-En estos momentos están saliendo muy pocos, aunque probablemente esto se corrija con estas promociones. Hace diez años hubo una caída de alumnos, pero con la implantación del grado en 2008 y las acciones para captar alumnos que puso en marcha la universidad, superamos esto y ahora entra una media de 120 alumnos nuevos cada año. Sin embargo, si no hay plazas y se siguen recortando las becas, el número de matriculaciones vuelva a caer.