"Esperamos haber logrado transmitiros la idea global de que todo gira en torno al respeto al paciente". Con estas palabras, Antón Fernández, presidente de la Comisión de Docencia y coordinador de trasplantes de la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña, despedía ayer, en el Hospital Universitario, a 76 residentes -60 de Atención Especializada y dieciséis de Primaria- que terminaron su periodo de formación clínica en el área sanitaria coruñesa. Hasta hace algunos años, los facultativos recién horneados eran un auténtico filón para los ambulatorios y hospitales gallegos, y la gran mayoría terminaba incorporándose a sus plantillas. La crisis y los recortes, sin embargo, han tornado esa situación, tal y como lamentan los propios afectados. "¿Qué futuro nos espera? Es difícil saberlo", subrayan.

"A mediados de los años 80, cuando yo llegué al hospital, el 90% de los MIR terminaba incorporándose a la plantilla del centro. Ese porcentaje, sin embargo, ha ido bajando paulatinamente hasta el punto de que, en la actualidad, se queda con nosotros alrededor del 10%", reconoció, a este diario, Antón Fernández, consciente de que algunos de los médicos que han estado formándose, durante los últimos años, en el área sanitaria coruñesa "se marcharán al extranjero". "La situación actual es complicada, pero los profesionales que tienen una formación específica, en todo caso, se van a emplear antes. Esto es algo que ocurre no solo en medicina, sino en todos los ámbitos", remarcó.

La falta de trabajo fue uno de los temas que centraron ayer los corrillos en el ágape posterior al tradicional acto de despedida de los residentes en área sanitaria coruñesa. "Hoy en día, para conseguir un contrato completo, hay que irse a otra comunidad autónoma o, incluso, fuera de España", aseguró Milvia García, coruñesa de 30 años que acaba de terminar una residencia, de cinco, de Cirugía cardiovascular. "Hoy es un día de sentimientos encontrados. Da pena decir adiós al hospital y a los compañeros, porque han sido cinco años geniales. Yo aún no tengo muy claro qué es lo que voy a hacer, pero sí sé de alguno que ya ha hecho las maletas y se marcha para Londres", señaló.

En una situación parecida a la de Milvia se encuentran Cristina Sueiro y María Rodríguez, que finalizaron la residencia de Neurología y Ginecología, respectivamente. "Las perspectivas de futuro, en la sanidad pública, son muy malas", comentó María. "En principio, buscaremos trabajo en la sanidad privada y, si no encontramos nada, tendremos que marcharnos a otra comunidad", añadió Cristina.

Como ellas, Cristina García, también ginecóloga, y Sabela Bermúdez, psicóloga clínica, se lamentaron del "difícil panorama" al que se enfrentan a partir de ahora. "Iremos donde nos quieran", apuntaron ambas jóvenes, pocos minutos después del adiós institucional.

Por el contrario, Miriam García, de Cirugía Pediátrica, se consideró "muy afortunada", pues forma parte de ese 10% que, en principio, se quedará en A Coruña. "Estoy muy agradecida porque me han hecho un contrato de unos meses", comentó esta médico ovetense de 29 años, visiblemente emocionada por tener que despedirse de sus compañeros. "Cuando llegué a esta ciudad no conocía a nadie. Ellos han sido, durante los últimos cinco años, una auténtica familia para mí. Los voy a echar mucho de menos", recalcó.

La tradicional cita de ayer en el Hospital Universitario contó, además de con el presidente de la Comisión de Docencia del área sanitaria, Antón Fernández, con el director de la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña, Francisco José Vilanova Fraga, quien presidió el acto.