El PP aprobó ayer en solitario solicitar a la Xunta que "rediseñe" la gestión de los tratamientos de diálisis, censurada en un informe del Consello de Contas que alertaba de diferencias de coste de hasta 3.200 euros por paciente sin justificación y de falta de control de calidad en las clínicas privadas, cuya facturación al Ejecutivo creció un 27% entre 2007, bajo gobierno bipartito, y 2012, ya con el PP en San Caetano, hasta los 27,6 millones de euros. La oposición se desmarcó de la propuesta popular porque entiende que "desvirtúa" las peticiones de cambio suscritas por Contas, pues condiciona ese "rediseño a "los medios propios disponibles" y a la "distinta disponibilidad de recursos privados existentes".

El Parlamento reclama también a la Xunta que audite los centros concertados y que facilite el acceso de estos al historial clínico de los pacientes, así como que desarrolle una "planificación asistencial".